Messi, como el primer día(+Foto)(+Video)

Lionel Messi lo volvió a hacer. Por enésima ocasión encontró la manera de ponernos a aplaudir sin importarle demasiado nuestra predilección por escudos o colores. El recontragolazo de tiro libre anotado al Liverpool en el partido semifinal de ida de la UEFA Champions League, llegó para continuar alimentando las sospechas de muchos durante toda la campaña. A sus 31 años, quizás La Pulga nos esté mostrando su mejor versión.

Si hasta hace poco para sus detractores Lio era el típico matón de colegio que “abusaba” solo frente a equipos de menor nivel y se desaparecía en los momentos importantes. En la actual temporada, difícilmente alguien tenga la osadía de argumentar algo así. Aunque puede que sin los Xavi y los Iniesta como principales cómplices de la filosofía made in Barcelona y sin la belleza y fluidez de juego de antaño; sobre la cancha, es más dueño y señor que nunca.

Cual director de orquesta, orienta una sinfonía pensada y construida a su imagen y semejanza. En el campo se mueve con total autoridad. Arrastra marca, termina jugadas, sirve entre líneas, recupera balones o defiende según haga falta. Mantiene intacto el romance entre el esférico y su pierna zurda. La misma por la que molestan a su paisano el Papa cuando lo comparan con Dios o lo hacen, cuanto menos, buen amigo de él. Porque solo así hallan explicación para la grandilocuencia de su regate.

Lionel Messi ya llegó a la descomunal cifra de 600 goles (Foto: Guetty Images)

Con el brazalete de capitán al hombro hemos descubierto una personalidad hasta ahora oculta. Ha adquirido la sobriedad de un verdadero veterano. Orienta a los más jóvenes, monta broncas tremendas si las cosas salen mal y defiende a los suyos a toda costa.

Ya con la liga en el bolsillo, busca ahora cumplir la promesa de volver a reinar en Europa y pretende lograrlo en las propias narices del madridismo. ¿Dónde nace la ambición de quien a nivel de clubes lo ha ganado todo? Algunos,—los menos— lo intentarán comparar. Esgrimirán de punta de lanza sus desaciertos con Argentina y llevarán celoso inventario de los escasos títulos aun por conquistar. Poco importa. El fútbol nunca se trató de botas o balones de oro,y ni siquiera de ganar un Mundial; sino de disfrutar y crear ilusión. Messi tiene tanta como un niño. Vestido de azulgrana, roza la perfección. Él lo sabe.