La renovación del Madrid, una limpia a la francesa(+Fotos)(+Videos)

Si alguien creyó que con la llegada de Zinedine Zidane la imagen del Real Madrid se arreglaría como por arte de magia, estaba muy equivocado. Salvo por la ilusión que aun genera en directivos, aficionados y jugadores el retorno de quien simboliza la encarnación del triunfo; el efecto placebo "Zizou" sobre la cancha duró mucho menos de lo esperado.

Apenas tres fechas después de su regreso bastaron para ver por enésima ocasión los colores de vergüenza de un conjunto confundido y poco enchufado que, pese a intentar terminar La Liga del mejor modo posible, está a mil años luz de convencer. La rendición de Mestalla frente al Valencia, un equipo en ascenso, con actitud ganadora y un objetivo en las pupilas, retrató a la escuadra blanca durante toda la temporada: un verdadero cachumbambé.

Mucho ha cambiado el cuadro merengue desde aquella decimotercera Orejona levantada en Kiev, no hace tanto tiempo. Sobre todo, por la acción de las buenas intencionadas— aunque incompetentes— conducciones de dos directores técnicos como Julen Lopetegui y Santiago Solari en ocho meses.

Cual mesías, Zidane retomó el mando del navío vikingo con la intención de volver hacer historia en Charmartín. Pero reconoce que para eso deberá tomar decisiones importantes, es decir, encauzar la renovación del vestuario.

Si antes heredó el proyecto de Carlo Ancelotti y bajo la sombra de Florentino Pérez se vio forzado a seguirlo al pie de la letra, ahora tiene absoluta potestad para hacer y deshacer cuanto le parezca. Pues, por mucho que le mosquee el calificativo de “limpieza” para referirse a los cambios futuros, sabe muy bien que pese al cariño y la consideración de la fanaticada gracias a un pasado de ensueño, en el Real Madrid o ganas, o sales en globo del Santiago Bernabéu.

Por eso, desde la hora en que volvió a vestir el chándal de entrenador y con el orgullo como único título en disputa, inició audiciones al estilo Gold Talent para ver quien “se salva” y queda dentro de la Casa Blanca; y, hasta el momento, varios han hecho méritos suficientes para colgarse el cartel de prescindibles.

Ni de cerca se trata de borrar de golpe a toda la plantilla. Para ello se necesitarían unos 800 millones de euros, sin contar los fichajes de Eden Hazard y Paul Pogba, acciones dadas por hechas por la prensa europea. Pero cuando los sesudos del club analicen de que o no pueden prescindir, de seguro alguien terminará haciendo las maletas. Porque a los blancos le urge encontrar de una vez y por todas ese revulsivo que ayude a sumar de a tres y supla la imagen de Cristiano Ronaldo, un fantasma que todavía merodea por las instalaciones del Valdebebas.

¿Qué el Madrid necesita gol? Lo conocemos desde agosto. Pero también requiere de estabilidad en la zaga y de desequilibrio en el centro del campo, donde se toca y toca sin mucho efecto.Según dijo el periodista español José Luis Sánchez en el conocido show de televisión El Chiringuito, la alta esfera madridista estaría tras la captura de un defensor central, un lateral izquierdo, un centrocampista y un delantero. Algo bastante coherente. Sin embargo, los marrones de Zidane empiezan desde la portería con la novela Navas-Cuortois. Al cuestionársele sobre este asunto, “ZZ” solo ha dicho que en el ciclo venidero a todos nos quedará bien claro la titularidad en el arco.

Con Keylor, Harry Potter ganó las tres Champions y en todas el tico fue una pieza de suma importancia. La consideración que siente por él quedó clara al ubicarlo nuevamente en el once inicial. Pese a esto, resulta poco creíble que Florentino permita la suplencia de quien llegó este curso en calidad de galáctico por la nada despreciable cifra de 40 millones de euros.

Quizás Thibaut Courtois no ha logrado materializar grandes actuaciones, pero tampoco lo ha hecho mal. En su favor juegan la edad y la realidad de saberse uno de los guardametas con mayores perspectivas de desarrollo, aspectos muchos más favorables a las ideas de “remodelación”.

Parece poco probable que Keylor Navas o Thibaout Courtois acepten quedarse en el Real Madrid como suplentes la próxima temporada (Foto: realmadrid.com).

Otro ubicado en el centro de la mira pública es Marcelo. A sus 31 años, el habilidoso brasileño está firmando una de las actuaciones más discretas de toda su carrera. La vocación ofensiva que lo caracteriza lo ha dejado en evidencia constantemente y, para mayor de los males, se le ha visto poco explosivo en la recuperación de balones y dubitativo a la hora de defender. Aun así, cuenta con el apoyo y la confianza del técnico francés, algo que por el momento le ayuda a mantener la posición y a frenar el ímpetu de un joven Sergio Reguilón con toda la intención de opacar al segundo capitán.

En la zona medular, Luka Modrić y Toni Kroos se disputan la peor actuación. El actual Balón de Oro ha estado bien lejos de su mejor versión durante toda la campaña. Salvo contadas excepciones, le ha faltado visión de campo, picardía para burlar la marca y coraje para probar el tiro desde fuera del área.Kroos, por su parte, conserva intacta la virtud del toque, aunque de poco le ha servido. Sus pases son estériles, rutinarios e incapaces de romper líneas. Verlo salir antes de que culmine el encuentro se ha vuelto— para mal— en una escena común.

Desde el Mundial de Clubes, el alemán ha sido sustituido en ocho partidos, de ellos en cinco (Villareal, Real Sociedad, Levante, Barcelona y Valencia) fueron en busca de mejores resultados. Solo ante el Al-Ain, Atlético de Madrid y Valladolid salió en situaciones resueltas. Pese a manifestar su deseo de continuar defendiendo los ideales del madridismo, los ecos del arribo de Pogba, pudieran hacer peligrar su futuro.

Con todas las papeletas para ver la puerta de salida el venidero curso también encontramos a Mariano Díaz. Tras su excursión por Francia, el español de origen dominicano llegó de la mano de Lopetegui para ocupar la vacante de "Superfly" y ayudar a Karim Benzema en labores ofensivas. Hasta el momento, el único mérito del ariete radica en el descaro para vestir el dorsal siete, pues nada o casi nada ha aportado. Ya sea por lesión o por falta de confianza de los técnicos, Mariano a duras penas ha logrado intervenir en 17 desafíos y anotar dos chicharros. La búsqueda de un nuevo “killer” parece atentar contra la estancia del joven atacante en Madrid, a quien se le dio una oportunidad y la desaprovechó.

Por último, el premio grande a la temporada de espanto se lo lleva por amplio margen Gareth Bale. Con la misión de hacer olvidar a CR7, Bale hizo cuanto estuvo a su alcance para ganarse a pulso los abucheos y el repudio de la mayoría de los seguidores. El galés estuvo muy por debajo de lo esperado tanto dentro como fuera de la cancha y eso lo condenó a convertirse en el favorito de la afición para abandonar el club en el venidero mercado de fichajes.

En definitiva, la última palabra la tendrá Zinedine Zidane, a estas alturas, un loco por jugarse su prestigio y apostar por un nuevo proyecto. Resultará interesante ver si logra recuperar a algunas de estas figuras para el próximo ciclo o si termina por ofrecerles el boleto de viaje. De momento, todo apunta a que en la nueva era Zidane el Real Madrid tendrá, además de uniformes, caras nuevas.