Es triste asistir a la caída de los valientes. Hablar de injusticia sería faltarle el respeto al rival y a su calidad, pero una vez más, ver cómo el sueño dorado de una afición se desmorona es terrible. Por primera vez desde el 2011, cuando llegó al Atlético de Madrid, el conjunto dirigido por Diego Pablo Simeone cayó en tres encuentros consecutivos. El mantra de partido a partido, la filosofía de “a Dios pidiendo y con el mazo dando”, el cholismo, parece tambalearse ante los dos de siempre. Todos vaticinaron el pinchazo del equipo para noviembre, nadie apostaba por ellos para diciembre, a las alturas de enero ya solo estaría en una competición, y para febrero todo sería un vago recuerdo.
Pero, por primera vez en cuatro años, los pupas, ese equipo que hacía aguas en defensa, por el cual nadie apostaba un duro, que venció al Real Madrid en su feudo y los dejó sin Copa la temporada pasada, ese grupo de gladiadores creado por quien en su momento fue capitán de la albiceleste, ha caído tres veces, dos de estas ante un rival que le supera en cuanto a la ficha de sus jugadores en más de 500 millones de euros. A esta hora quienes “tuvieron luz larga” y anunciaron la caída de este Atlético de los récords (porque ningún equipo colchonero había alcanzado semejante cifra de puntos en su historia a esta altura de la temporada) celebran con champagne la posible final del trofeo de Su Majestad entre los dos de siempre. Claro, ahora la Copa del Rey es un torneo importante, pero antes de los duelos Mourinho-Guardiola nadie se preocupaba por ella; era el consuelo de los pobres, hecha para alegrar a quienes no eran opción para el título cuando la Liga aún no era cosa de dos.
Y cualquier justificación a esta altura sería mal vista, pero seamos sinceros: sí, el Real Madrid fue superior en todos los sentidos, suerte y árbitros incluidos. El Atlético no merecía pasar, pero ese global de 5-0 no representa la verdadera diferencia entre estos dos rivales.
Dos balones desviados por defensas despistan al portero y terminan en el fondo de las mallas. Si eso no es suerte, vaya a usted a saber qué es. Diego Costa se lleva una merecida cartulina amarilla que le impide jugar la vuelta, pero Arbeloa y Pepe juegan los noventa minutos a pesar de repartir, con cada centímetro de su humanidad los mil y un golpes para el hispano-brasileño, y el árbitro como si nada, una mísera amonestación al portugués. Sí, a Maradona le dieron con todo en el ’86 y nadie cantaba nada porque eran otros tiempos (y nunca debieron cambiar), pero si Mou, Fiorentino, Guardiola y Rosell (curioso, solo sobrevivió el menos ganador) pedían a los árbitros especial cuidado con Messi y Cristiano, ¿por qué a Costa no se le protege? Son cosas de la liga de dos, donde no solo se fichan jugadores.
Por cierto, el empujoncito de Cristiano pudo ser más grave que un esguince en la cervical para Javier Manquillo, y eso ya suena feo. Claro, después de la roja y los tres partidos de sanción (no cuatro para que pudiese jugar la Copa), el portugués no podía reincidir. De eso se encarga Undiano, uno de los mejores árbitros de la Liga. Cosas de la Liga de dos
Además, tener en cuenta la mermada plantilla del “cholo”. NI Villa, ni Filipe Luis y por ahí sigue la lista de bajas; no es secreto: el Atlético no tiene la profundidad de plantilla del Barça o Madrid, eso solo lo logran los millones. Darte el lujo de tener en el banquillo cada fin de semana a dos jugadores comprados por treinta millones cada uno es de locos. Lo más terrible es que con una liga tan mala y desigual, tienen a la mejor selección del mundo, quizás una de las mejores de todo los tiempos.
P.D: Sí, este es un texto escrito desde el dolor, no de un aficionado sino de quien adora el fútbol y ya está cansado de una competencia donde Barça y Madrid juegan a marcar récord de puntos. Ave “Cholo”, los que aman el fútbol te saludamos.
Javier Montenegro
14/2/14 9:46
Desde un inicio dije que el Real fue superior, eso no tiene discusión. Y no, el árbitro no influyó directamente en el resultado, pero las ayudas que reciben tanto los merengues como los azulgranas son vergonzosas. Una cosa es molestar, empujar al rival para sacarlo del partido, y otra es entrarle con el codo al cuerpo sin balón, como hizo Ramos. Entre molestar y hacer daño hay una gran diferencia, y este Madrid, por desgracia, no tiene mucha ética en cuanto a eso.
Rubenrealmadrid
13/2/14 14:46
Hola, no estoy de acuerdo con algunas cosas que dices sobre el partido, para mi, y no estoy hablando como madridista el papel del arbitro no fue para nada a favor del madrid ni mucho menos, creo que pito el partido bastante bien, lo suficiente como para que no se le fuera de las manos un derbi que a travez de la historia siempre ha sido un partido "duro". El madrid fue superior al Atletico en todo el partido, el centro del campo fue el ejemplo, el marcador de 5-0 global quizas no fue reflejo de la diferencia entre ambos equipos estoy de acuerdo, pero si lo fue en cuanto a lo visto en el terreno de juego. Tan cierto como que el Atletico tuvo que recurrir a intentar molestar por decirlo de alguna manera a los jugadores del madrid para poder tener la pelota e intentar hacer su futbol. Hablas de Diego Costa, pero no hablas del mismo Costa que molestaba a pepe, Ramos, Xabi, etc durante el partido, tratando de buscar una tarjeta o calentar el partido, a lo que el arbitro hizo caso omiso, porque actuo de forma correcta e casi todas sus desiciones. Saludos
Florencio Cadena desde FB
12/2/14 13:24
Muy buen jugador y como tecnico excelente
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