La Champions y la Europa League ya tienen sus finalistas. Por primera vez en la historia, el título de las dos principales competiciones a nivel de clubes será disputado por conjuntos de un mismo país… y una misma ciudad. Luego de poco más de diez años tras los bastidores viendo triunfar al balompié español, Inglaterra ha retomado de golpe el esplendor de antaño con las históricas escuadras londinenses de Arsenal, Liverpool, Chelsea y Tottenham de protagonistas.
La Premier League reivindicó sobre la cancha su cuota de protagonismo en la élite del más universal de los deportes apostando por la conservación de sus elementos identitarios, pero modificando aquello que atentaba contra el desarrollo de un campeonato acorde a los cánones de los tiempos actuales.Si bien el llamado "Fútbol de los Caballeros" continúa albergando equipos en su mayoría defensores del estilo de juego sobrio y vertical, con su pizca de desorden entre líneas, no podemos olvidar el trabajo desplegado por los directivos para potenciar una de las lides domésticas más prestigiosas del Viejo Continente.
Desde la temporada 2014-2015, el total de los gastos de las selecciones que pertenecen al máximo certamen inglés superan los mil millones de euros, cifra para nada descabellada si tenemos en cuenta las jugosas ganancias que reciben los elencos por derechos televisivos. A todo esto, sumémosle la inserción de entrenadores extranjeros de la talla de Josep Guardiola, Maurizio Sarri o Jürgen Klopp, por solo mencionar algunos, y sus aportaciones tácticas a una filosofía y cosmovisión que parecían quedar obsoletas.
Pero, hablemos de la Champions. A esta descomunal edición, matizada por los marcadores locos, el fútbol de ataque y las remontadas imposibles, le queda perfecto el choque entre el Liverpool y el Tottenham para culminar lo que muchos ya consideran la mejor Liga de Campeones de, al menos, la última década.
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— UEFA Champions League (@ChampionsLeague) May 8, 2019
Tottenham ?? Liverpool#UCL
El camino de los reds inició un tanto complicado en el grupo C. Ganó por la mínima (3-2) al PSG y luego cayó en Nápoles. Goleó al Estrella Roja, pero sucumbió en Rusia y París en las siguientes jornadas. El triunfo en casa a manos de la oncena napolitana le bastó para ubicarse segundo y conseguir un cupo para los octavos, donde se batió con el siempre poderoso Bayern Múnich. Tras el empate sin goles en Anfield, consiguieron la victoria en el Alianz Arena por marcador de 3-1 y la posibilidad de volver a disputar la Orejona comenzó a verse como un objetivo alcanzable.
Para las instancias de cuartos de final, sabía al Porto el menos fuerte y la suerte lo acompañó. Ya mucho más compactos y rodados, vencieron a la escuadra lusa sin grandes sobresaltos. Sin embargo, el cruce semifinalista le depararía par de duelos a muerte con el Barcelona de Lionel Messi. A pesar de dominar durante los 90 minutos, el partido de ida terminó con un estrepitoso 0-3 a favor de los azulgranas, quizás el resultado más injusto de los últimos tiempos. Con la clasificación cuesta arriba y el evidente favoritismo del Barça, los dirigidos por Jürgen klopp sacaron pecho en la vuelta, lograron marcar cuatro goles y consiguieron una remontada a domicilio de escándalo para llevarse el gato al agua y repetir la hazaña de jugar una final europea.
El Tottenham de Mauricio Pochettino tampoco lo tuvo fácil. No fue hasta la jornada cuatro que los Spurs pudieron celebrar, pues antes habían caído frente al Inter de Milan y el Barcelona, y empatado con el PSV. En la segunda vuelta, mostraron una imagen totalmente diferente y encadenaron par de triunfos a costa de holandeses e italianos, para luego sacar un meritorio empate en el Camp Nou.
En octavos, nadie los daba favoritos ante el Borussia Dortmund, aunque se impusieron por marcador global de 4-0. El Manchester City continuó en la lista. Pese a ganar por la mínima diferencia en casa, los de Guardiola salieron con todo en la vuelta y consiguieron clavarle cuatro chicharros que de poco sirvieron. En las postrimerías del encuentro Fernado Llorente anotó el tanto que dio el pase a la semifinal y dejó tirado a quien se le consideraba un potencial candidato a campeón. En semifinales le tocó el turno al fabuloso Ajax de Erik Ten Hag. Los neerlandeses vencieron en el primer enfrentamiento y consiguieron encajar en par de ocasiones en el partido de vuelta, pero el Tottenham consiguió girar el viento a su favor y con el tercer gol de Lucas Moura sobre los segundos finales del descuento arrancó el pase a la final, la cual jugarán sin haber gastado un euro ni reforzado la plantilla en toda la campaña.
Visto lo visto, la conquista del trono europeo se percibe atractivo de principio a fin. Sobre todo, por la similitud en los estilos y modos de interpretar el fútbol. Tanto Klopp como Pochettino buscan con el planteamiento táctico del 4-3-3 (con sus distintas variantes) la mayor verticalidad posible. Ambos van al lío sobrados en carácter, gustan de las transiciones rápidas del balón y del constante tránsito por las bandas. Aborrecen la manipulación estéril del esférico en la zona medular del campo. Por lo general, proponen presión alta y un ritmo vertiginoso de subidas y bajadas.
Los Spurs son el octavo equipo inglés diferente en una final de la Copa de Europa tras Arsenal, Aston Villa,Chelsea, Leeds United, Liverpool, Mamchester United y Nottingham Forest (Foto: EFE).
Sobre el papel, el Liverpool se antoja ligero favorito gracias, en buena medida, a la solidez y versatilidad de un esquema que descansa en figuras de la talla de Alisson Becker, Virgil Van Dijk, Naby Keita, Sadio Mané, Roberto Firmino y Mohamed Salah. Este curso han vencido por la Premier a los de Pochettino en par de ocasiones. Sin embargo, los Lilywhites conocen a la perfección el juego de los rojos y han demostrado tenacidad y garra para correr hasta el último momento y sacarse de la chistera cualquier genialidad.
La mesa queda servida. La UEFA Champions League 2018-2019 pronto cerrará sus cortinas dejándonos de recuerdo la buena nueva del resurgir del football inglés en un certamen donde ha ocurrido de todo. Las noches mágicas nunca terminan. Lo mejor está por venir.
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