Al día con los grupos del mundial

Con los grupos ya determinados para el Mundial de Fútbol Brasil 2014, solo queda esperar a junio del próximo año a que el árbitro dé el pitazo inaugural y el esférico ruede. ¿Favoritos? Muchos, demasiados equipos llegan con ese estigma que por lo general llevan quienes nunca ganan el torneo. Quizás ahora solo sea bueno especular con la fase de grupo, incluso en esta pueden ocurrir muchísimas sorpresas.

En el A Brasil lo tiene fácil, puesto que comparte grupo con México, Camerún y Croacia. Aun así, no olvidar la derrota sufrida por los anfitriones en las olimpiadas de Londres ante una belicosa selección mexicana. El segundo cupo se vuelve más complicado debido a la paridad de los otros tres equipos, quizás los croatas vean más clara su presencia en la muerte súbita, pero dependerán mucho del buen desempeño de Modric en la medular.

La llave B alberga al campeón y sub-campeón del mundial anterior, increíble gracias a ese bendito ranking de la FIFA donde Bélgica es cabeza de serie y Holanda no. Los otros dos equipos que lo integran son Chile y Australia. Esta vez la Roja de Sudamérica hará las maletas temprano, pues vencer a uno de los dos conjuntos europeos parece poco probable, aunque el buen fútbol mostrado por los chilenos en los últimos tiempos al menos nos asegura unos partidos intensos.

Colombia, Japón, Costa de Marfil y Grecia conforman el apartado C. No se le puede llamar grupo de la muerte porque no hay ningún equipo histórico y fuerte, pero los cuatro conjuntos tienen posibilidades reales de pasar a la siguiente fase. Los cafeteros salen como favoritos gracias a la maravillosa etapa de clasificación, pero Japón no es un once sencillo de vencer, como mismo los africanos son un hueso bien duro de romper, por no hablar de los griegos, eternos desplazados en las predicciones y siempre problemáticos y arañando puntos en los grandes torneos.

El D sí puede considerarse como grupo de la muerte. A Costa Rica le tocó un cupo para ver bien de cerca la pelea por pasar a octavos de final entre Uruguay, Inglaterra e Italia. A la ligera, uno apostaría por la azurra y la celeste, excluyendo a los creadores del fútbol, pero es un juicio precipitado. Uruguay llegó en repechaje, quedó quinta en Sudamérica y las goleadas asestadas a Jordania no son medidor de nada. Italia tampoco anda en sus mejores días, pero siempre es Italia; lo mismo ocurre con Inglaterra, selección bipolar capaz de lo peor y lo mejor en un mismo minuto.

A Francia, que tanto le costó clasificar, le ha tocado un grupo de niños; una vez más, difícil de comprender cómo Suiza es cabeza de serie. Ecuador y Honduras cierran la llave donde sus posibilidades de sumar son pocas, aunque en un giro de tuerca la selección ecuatoriana podría colarse de manera no tan sorpresiva en la fase de muerte súbita.

A Argentina también parece que le regalaron el boleto a octavos, al punto de que a nadie debería extrañarse si, antes de clasificarse a la siguiente ronda, Higuaín se convierte en el máximo goleador albiceleste en mundiales (hoy es Batistuta con 10 goles, y el Pipita tiene cuatro del torneo pasado) o si Messi y Agüero aseguran su lauro individual de máximo goleador. Claro, la albiceleste es capaz de la mejor y de lo peor. Tres victorias por 1-0 tampoco extrañarían a nadie. Lo complicado aquí es predecir el segundo cupo. Irán es el más débil y al parecer la lucha será entre Bosnia y Nigeria; a priori, los europeos arrancan con más posibilidades, pero los africanos ya se han ganado cierto respeto en copas mundiales gracias a su buen desempeño en los noventa.

La llave G es otra bien complicada. Los cuatro equipos estuvieron en octavos de final en la edición anterior, uno de ellos fue tercer lugar y otro cayó en cuartos de final. Alemania y Portugal parten como favoritos, y son pocas las posibilidades de que se queden afuera, pero Ghana y Estados Unidos son dos selecciones bien desagradables como rivales. Los africanos se perdieron la semifinal anterior de puro milagro debido a las manos de Luis Suárez; los más débiles son los norteamericanos, pero su costumbre de sacar partidos del congelador es para respetarles sobre el terreno.

La última llave es una joyita producida por los bombos de la FIFA: Bélgica, Rusia, Argelia y Corea del Sur. Los europeos parten con medio boleto en la mano, pero a los asiáticos nadie los puede descartar, ellos están habituados a pasar a la siguiente ronda.

Ahora, de la clasificación en adelante es casi imposible predecir. Un buen o mal partido lo tiene cualquiera, y el favoritismo se va por el caño en una cuarta de tierra. Por eso, lo mejor es esperar y disfrutar cada partido del mundial.