¡Los cubanos se visten bien!
La afirmación salía de una discusión entre colegas sobre el vestir de los nacionales.
La discrepancia de algunos entre los que me incluyo radica en que muchas veces se confunde el buen o bien vestir con la ropa de marca y lo que marca la tendencia de la pantalla chica.
No me concibo dentro de pantalones estrechos, como los que llevan el 95, 3 por ciento de todos los cantantes de salsa, timba, etc., etc. A parte de mi condición de adulto menor siempre he puesto por delante la utilidad de una prenda de vestir y su ubicación con el entorno.
Sobre esto radica lo fundamental del asunto.
Podremos tener variedad en el escaparate que si no la usamos acorde al lugar donde vamos, perderá su encanto.
Al acompañar a mi hijo a la escuela cada mañana he visto con agrado como madres que también acompañan a los suyos entran al centro docente en short, licras, chancletas, “chupa chupa” y otras variedades de prendas bien ligeras que acorde al calor de nuestra tierra se podrían justificar en una zona de playa.
Como comprenderán apenas atiendo al matutino y las orientaciones que allí se pronuncian enfrascado en apreciar la variedad de prendas que a esa hora de la mañana son expuestas por algunas féminas.
No sé que diría Gladys Egüez, pero aquel detalle de llevar ropa adecuada al lugar adecuado se va perdiendo.
Si no me cree, active su observación y vea el personal acompañante en alguna funeraria; no escapa algún amigo solidario en camiseta o short y aunque el fallecido no se entere, al menos los familiares se merecen un poquito más de respeto y consideración.
¿Cuántos choferes de “almendrones” manejan en camiseta?
¿Cuántos vendedores de Agromercado no hacen lo mismo?
Es cierto que las condiciones económicas afectan, pero fue tradición cubana el buen vestir acorde al lugar.
Aquella frase de que estás vestido como si fueras a ver al médico da fe de la buena presencia de los pacientes antes de ver al galeno, por tan fuerte que fuera el malestar del primero.
Contrastantemente en la propia escuela de mi hijo el colectivo de profesores y profesoras, que es lo que más abunda, decidió antes del inicio de curso mandar a confeccionar uniformes para todo el personal del centro docente.
Una inteligente manera de ahorrar ropa y contribuir a la elegancia del lugar.
Por supuesto que hay maestras en uniforme que su belleza deja bien lejos a algunas mamacitas en licras, por muy apretadas que estén estas marcadas prendas.
Kenia
18/2/15 16:04
estoy de acuerdo con ese articulo .a mi particularmente me encanta vestir bien ,pero me acomodo al lugar al que me voy a dirigir, ya que a todos los lugares no se puede ir con la vestimenta que nos gusta.pero a parte de eso el cubanao cree que al vestirse radiante la gente va a creer que tiene mas dinero y que esta bien posicionado ,si porque ese es el pensamiento del cubano ,pero lo que no se dan cuenta que los millonarios se visten sencillos y sin tanto escandolo y cuando tu le ves el precio de la ropa vale mas que cualquier cas de aqui de cuba jajaja.
Nonó
11/2/15 12:45
hola. que buen articulo. pienso lo mismo, aunque creo que en los ultimos par de años, hemos ido mejorando alguito. al menos se ven a las mujeres en vestido, porque cuantas no modificaron los que tenian. las condiciones economicas no estan buenas, pero te puedes encontrar a esa que prefiere comprarse un pantalon de 30...cuc, cuando con ese mismo dinerito podria comprarse un vestido y collar sencillos. yo he visto entrar en un teatro hombres en pantaletas cortas, y lo que es peor entrar a un hospital, una muchacha con plataformas altas y shorts corto. a mi modo de ver, la moda es la moda, pero hay lugares y lugares. pero bueno, cada cual es feliz a su manera, verdad?
amarilis
11/2/15 11:51
hola Adán, como t va, hace tiempo que no se de ustedes ahi t va mi correo pa cualquier cosa, estoy de acuerdo con lo que dices besos
alabausesanto
10/2/15 11:41
Muy de acuerdo con usted y recuerdo por allá por los 80 donde a la puerta de los cabarets y restaurantes solía haber un letrero que recordaba que no se admitirian personas con camisas de manga corta. Fué extremismo, pero nos recordó a muchos, lo que era la etiqueta. Hoy se deja a la desición de cada cual el vestir como sea y donde sea. La caricatura es altamente representativa de la realidad cubana de hoy. Creo que aún estamos a tiempo. Solo hay que ponerse pa eso. No dejarlos subir a las guaguas. No dejarlos entrar a las escuelas. No dejarlos entrar a ningún espacio público. Eso enseña y educa. Muchas gracias Adán.
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