Ni recuerdo qué número de teléfono me urgía que sin pensarlo llame al 113 para poder ubicarlo. Solo timbré dos veces y enseguida una voz amable me dijo:
-Le atiende María del Carmen, en qué puedo ayudarlo.
Le solicité el número de teléfono y luego de unos segundos me lo brindó, no sin antes despedirse diciendo:
-¡Gracias por llamar a ETECSA, ha sido un placer atenderlo!
¡No podía creerlo! Al fin un lugar donde te brindan los buenos días, tardes o noches, según el horario en que llames, te buscan la información solicitada y luego se despiden con agradecimiento.
¡Era demasiado para mi maltratado corazón de cliente! Tuve que volver a llamar y pedir cualquier número para ver si yo no estaba delirando.
Otra compañera que salió al teléfono repitió la rutina, paso por paso.
¡Que surrealismo! Estaba yo tan familiarizado con el maltrato, pero sobre todo, con la cantidad de instituciones, fábricas, hogares o escuelas donde prima la mala educación que desde hace algún tiempo y para provocar a los implicados opte por desarrollar el siguiente mecanismo: Al lugar que llegue sean persona conocidas o no, brindo mi saludo, ya saben, en dependencia del horario en que me encuentre. Si no recibo respuesta alguna, yo mismo y en voz alta me respondo, manteniendo un supuesto diálogo con aquella persona que me ignora:
-¡Buenos días!
-¿Qué tal como está?
-¡Muy bien, gracias!
-¿En qué lo puedo ayudar?
-¡Primero, déjeme reconocer que buen gusto tiene al elegir esa combinación de blusa, con el color de la pintura de sus bonitas uñas y el brillo de sus grandes ojos!
-Gracias, pero dígame, qué necesita.
-¡No quisiera interrumpir su jornada laboral, pero quizás usted conozca...!
Y así mantengo un supuesto diálogo que generalmente logra captar la atención de esa o esas personas que hasta hace unos segundos no sabían de mi existencia en el globo terráqueo. Por supuesto que la reacción es inmediata: una mala cara acompañada de una mala respuesta es lo que generalmente obtengo, pero no me van a negar que es un recurso válido para lograr interrumpir aquel olvido al que me estaban sometiendo y llamar la atención sobre su mala educación.
La ironía tiene esta ventaja, pero además, los días en que me deprimo por la cantidad de maltratos y olvidos de este tipo que recibo, no dejo de llamar al 113.
Damian
15/4/14 21:33
Adán me agrado mucho tu comentario al menos llamas en la noche y te puedes comunicar perfectamente ya que por el dia es molestisimo contactar con el 113 debido al trafico tan grande que existe es por eso la conjestion la fraseologia de las/o operadores siempre existió antes sin divisa y ahora con ella si deseas mantener ese sueño quedate siempre marcando el 113 por que si llamas al 052642266 de cubacel no duermes del disgusto que te crean algunas ope.que nunca te contestan con fraseologia al contrario se conectan escuchas la conversacion del salon de ope.todo ajeno al trabajo al percatarse que estancon un cliente te aislan y te cuelgan yo no me atrbo a llamarlas jamas y menos para saber de algun servicio nuevo o viejo por que nunca estan actualizadas disculpenme la sinseridad pero de veras que es una odisea y ademas si le haces repetir la misma respuesta te aumentan e3l volumen y preparate para el ocupado sino te desbordan al 118 que esoa es la antepenultima y la ultima es que para lo minimo te dicen ooooiiiiigaaaaaaaaa tieneeeeeeeee que dirigirse a una oficina comercial para que le atiendan fin de la cita que las quiten al final te las encuentras en mesa de prueba o en el 112 es que todo es callcenter es una telaraña y el nombre de operadora te lo arrastran para que no les reconozcan cuando te den el puntapie son peores que las monjas disculpenme una vez mas oero es la realidad yo soy del tiempo de aimeee cuando era solamente el 00.ahora no estoy en etecsa por mejora salarial cambie por que la verdad el cambio que hizcieron fue grueso los viejos pa la calle o pa la villa pero nada vale que te cases con el 113 llama a cubacel para que veas como te sirven en plato hondo para que te ahogues saludos dulces sueños.
armando
6/3/14 15:39
Saludos: Tres palabras que significan bastantes cosas. En nuestra sociedad hay instruccion, lo que empezando por la irresponsabilidad en algunos hogares, continuando con las autoridades que tienen que poner orden, se ha creado durante varias generaciones en Cuba varias capaz de indisciplina social. Ahora se pide a la poblacion luchar contra la indisciplina.Legalmente la poblacion no tiene la posibilidad de aplicar las leyes que existen " a quienes las incumple y a quienes no la aplican".
Lissette
5/3/14 15:40
Vaya esto si es sorpresa porque si bien es así el trato que te tenemos que brindar,no es menos cierto que nunca antes nos habían reconocido y menos públicamente. Quiero agradecer en nombre de todos los centros de operadoras que atendemos este servicio primero al autor Adan Iglesias,después a quienes han opinado favor de la atención que brindamos que si no está precisamente al 100% de lo que queremos,si ponemos el máximo para que así sea. Ah y les escribe una supervisora del CAT-MIC de Ciudad Habana.
Arístides
5/3/14 6:53
Amigo Adán, nos podemos dar por dichosos los cubanos que aún no han instalado esas estúpidas y monótonas computadoras como contestadoras. Esas sí que no te responden de mal talante, pero te exasperan: “Si desea tal cosa, presione el 1; si desea más cual cosa, presione el 2, y siguen…; si desea hablar con la operadora, presione el 7 (¿el siete, Ñooooo…?); si desea repetir este mensaje, presione el 0”. Y si presionas cualquiera de los números sugeridos, comienza otra retahíla de variantes, y todavía no termina ahí, porque si vuelves a presionar otra de las teclas que te parece la correcta, sigue con la cantaleta hasta que confundido, cansado y jodido, cuelgas el teléfono.
Yudeimy Castellanos
4/3/14 10:55
jaja, la operadora del Comodoro, no está de buen humor los domingos, debería pasar un curso en ETECSA?
Mirlay
4/3/14 10:32
Sí hace falta que todas las instituciones tomen ejemplo del 113 que tiene desde hace un tiempo una atención excelente.
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