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miércoles, 27 de noviembre de 2024

Sweet is the new sexy

¿Pedro Picapiedras ha pasado de moda? Aunque la “sexytud” dependa de quien la consuma, un hombre tierno le baja las defensas a cualquiera...

Lisandra Puentes Valladares
en Exclusivo 25/12/2014
6 comentarios
hombres y cultura patriarcal
¿Acaso los hombres no pueden ser tiernos porque sí

Los productores de The Big Bang Theory promueven que la inteligencia es el nuevo sex-appeal. “Smart is the new sexy”, propone la exitosa teleserie, y quizás tenga razón, al menos para esta servidora nada es más atractivo que un hombre inteligente; pero si me sirven esa inteligencia espolvoreada con azúcar, entonces sí que se me abre el apetito.

Y es que Pedro Picapiedras ha pasado de moda, y aunque la “sexytud” –por llamarla de alguna manera–, dependa de quien la consuma, un hombre tierno le baja las defensas a cualquiera.

Recientemente le comentaba a un amigo sobre la premisa de mi columna de hoy: la ternura está en boga; y él, muy leído, pero muy remacho, me comentó con voz grave y mirada de seductor: “esa ternura es una estrategia de conquista muy bien pensada”.

¿Será entonces que estamos pecando de ingenuas y caemos en las redes de amantes calculadores? ¿Acaso los hombres no pueden ser tiernos porque sí? Parece el acertijo del huevo y la gallina.

Estrategia o no, es un hecho que si un hombre me habla de cine o de literatura, y además se reconoce fanático a Love actually y a Rayuela, caigo derretida; y si confiesa, además, que en alguna escena o pasaje se le aguaron los ojos, entonces le pido matrimonio.

Por suerte, no soy la única. En una especie de sondeo – y aclaro que me referiré a opiniones aisladas, no sea que me reclaman la falta de rigor científico–, descubrí que la sensibilidad figura en el top ten de características que tanto mis colegas mujeres como amigos gays valoran en sus conquistas.

Ya saben, chicos, hay demanda de ternura masculina –y le pongo el genérico solo por mala costumbre– porque no creo que la ternura lo lleve.

Y hablando de todo un poco, no puedo dejar de comentarles que hace unos días supe que en España abrieron un sitio web -versión de uno francés-, llamado Adopta un tío. Sabrán que fui directo –pésima conexión mediante–, a ver con mis ojos de qué iba aquello. Simple, se trata de una plataforma en la que, a diferencia de las que conocemos, son ellos quienes se registran y ellas quienes eligen con cuál iniciar conversación. Pensado como estrategia que intenta proteger a las mujeres del acoso al que se someten en una página de citas común.

Por cierto, Adopta… ha causado muchísima polémica, ya que muchos se indignaron con esta idea que los convierte en mercancías. ¡Oh, sorpresa! Como si así no fuera día a día con nosotras.

Claro que la solución no es invertir los roles, pero ese es otro dilema. Lo que me interesa destacar ahora de Adopta un tío es precisamente que los hombres se promocionan más con sus cualidades espirituales que con su físico. Estos “tíos” se nos presentan con frases “comerciales” como: “Zanahorios, cultivar con cuidado”, y cosas por el estilo. ¿Interesante, verdad?

Mientras el mundo del amor se replantea en Europa, de esta lado del Atlántico una amiga, al referirse a los hombres, me comenta: “No me gustan bestias, pero tampoco panetelas”, y es que nos enseñaron que el juego del coqueteo y más adelante la relación debe llegar con una dosis de `resistencia´ para que sea más sabroso. “Los hombres tienen que ser bien machos”, me diría mi madre, una mujer que celebra la masculinidad más anquilosada, el pelo en pecho, para ser más gráfica.

Por supuesto, ser bien macho implica ser también un caballero con las damas, como cierto diseñador criado en Centro Habana que me ponía nerviosa cada vez que se pasaba para el borde de la acera mientras caminábamos. “Estoy acostumbrado”, me decía con cierta dosis de orgullo y resignación.

Y es que estamos en Cuba. ¿Saben ustedes qué significa eso? Pues que el calor y ese erotismo mágico que nos atribuyen nos han timado al punto de llegar a creer que tenemos la fórmula secreta de la conquista y es mejor dejar las cosas como están: las mujeres compran los cuadros y los hombres ponen los clavos.

Tal vez soy una inadaptada, pero esa receta no me funciona en lo más mínimo; yo me quedo con los antihéroes que no se desviven por rescatar damiselas en peligro. ¡Basta de historias medievales!¡Estamos en el siglo XXI, por Dios! Hace rato que las mujeres usan pantalones y los hombres aretes, entonces porque tanto miedo a confesar que les gusta la novela brasileña o que aman el ballet… No vamos a salir corriendo por ver una lagrimita de vez en cuando.

Hagan la prueba, muchachos. La próxima vez que salgan de cacería saquen las armas de la ternura. No actúen, simplemente déjense llevar. Si les funciona me cuentan que muero de curiosidad.


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Lisandra Puentes Valladares

Periodista, soltera y pinareña

Se han publicado 6 comentarios


Luis Guillermo
 4/3/15 14:34

Lisandra, he leido muchos de sus articulos y me gustan mucho por el desenfado con que lo hace. Me gustan no sé si por ser periodista, soltera o pinareña, pero me gustan. Ahora bien, en ciudades como Pinar del Rio el hombre que no sea atento, amable cortés, cariñoso y tierno: "no liga". Vaya ese hombre "ligón" a Santiago de Cuba con ese mismo estilo a ver liga aunque sea una "ligartija".

El machismo es una cuestión de idiosincrasia y con arraigo fuerte en el tiempo. Las doncellas siempre le han gustado los caballeros que regalen flores y digan frases poéticas, pero que también la rescaten de un castillo y se batan por ellas con un dragón.

Como me decía un tío- abuelo: se puede ser tierno pero no "aguaíto"

Ursula
 15/1/15 15:29

uy sí, con ternura nos conquistan... yo también he pasado por la experiencia de la acera, y te comprendo: se vuelven irresistible ante nuestros ojos. será un truco?

liz
 26/12/14 14:26

Lisandra exelente articulo desendote exito para el año nuevo y sigas escribiendo con tanta sagacidad y certeza de estos temas tan contraverciales e interezante. Hoy cuando me dispuse a levantarme para comenzar la rutina de todos los dias separe a mi esposo de mi, ya que dormimos acurrucados, con un voz "huye" y me reclamo de que si no podia ser mas delicada y decirle mi amor dame un beso que me voy a levantar y yo le refute que el tampoco lo era y entonces respondio que eso era de mari!!!!!!! fin no quise tratar de convencerlo de lo contrario, porque me hablo  como si lo huviese ofendido, que preferi dejarlo asi . Ejemplo vivo de machismo y como el miles con este criterio 

Novela_vs_Baseball
 26/12/14 12:12

Interesante artículo, no se que daría yo por tener un debate con usted; le escribe otro pinareño, no "bestia" (veo la novela y la pelota) pero para nada panetela. Creo que se está usted metiendo en un campo bastante polémico que tiene tela por donde cortar, tal vez buscando la atención de alguen o algo, como diciendo: "arriba que aqui estoy yo y no voy a parar hasta que los hombres sean".... bueno pongale usted el nombre y es que todo el tema del machismo está dado como usted bien dice por la naturaleza del hombre. Sencillamente tendría que escribir tanto para ilustrar la balanza esa que usted quiere calibrar. Saludos y suerte en su empeño!

JoFe
 26/12/14 8:47

Buenos días:

Magnífico artículo, personalmente debo decir que todavía queda mucho machismo en nuestra sociedad mal que nos pese. En infinidad de ocasiones las mujeres son mas machistas que los hombres. En no pocas ocaciones he conocido de personas que opinan que si alguien es apasionado o delicado lo menos que le han dicho es "PICO DE ORO" y otras incluso se manifiestan como que el hombre en cuestión es "BLANDITO".

En fin veremos que nuevos cambios nos trae el nuevo año, todavia debemos seguir trabajando y mejorando nuestas formas de conquistar.

Francisco Antonio
 25/12/14 14:24

Interesante, muy interesante su comentario, en esta jaula de machismo en la que vivimos y nos descrimina es difícil comportarse como Ud expresa en su artículo, aunque me identifico con la mejor parte de los que describe en su artículo: la ternura, la delicadeza, la cabellorisidad, es algo con lo que me identifico. Quien le escribe es hetero, muy hetero. macho, varon masculino al decir de muchos, pero le cuento una anecdota que ilustra su comentario. Recientemente me conecté a una red de esas informales que están surgiendo en los últimos tiempos, (alternativa a la internet que aún no tenemos algunos) pongo allí mi foto, con un flor en mi mano derecha, en señal de dadiva....rapidamente recibé cientos de críticas tales como: Oye tu eres gey...muchacho y esa flor....estas loco...eres blandito....un sin fin de ellas por ese estilo. Bueno esos eran frases de mis con-generos, pero  de las cariátides, solo recibí alagos y un sinnumero de solicitudes de amistad, sobran los comentarios. Desconocimiento, pensamiento patriarcal, machismo absurdo...así identifico esas criticas, quienes las hacen y coincido con Ud, no saben lo que se pierden y estoy hablando de conducta coherente, no de estrategia de conquista. Quien hace suyos los rasgos que Ud alaba, disfruta mucho y hace disfrutar muy mucho a la mujer amada, de eso no tengo la menor duda, mi existencia de 50 años me lo asegura. Artículos como el suyo debieran aparecer con mayor frecuencia.

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