En el año 2003 apareció en el ciberespacio nacional un foro de discusión dentro del periódico Vanguardia de la provincia de Villa Clara, bajo el nombre de Foros de Vanguardia, donde se discutían tantos temas que difícilmente alguno haya quedado sin tratarse.
Se exponían ideas a las cuales unos apoyaban y otros rechazaban en mensajes que eran aprobados por un moderador que nunca dejó de publicar ninguno, aunque ciertamente demoró uno donde un jefecillo de una organización terrorista de New Jersey decía que los apagones eran propios del socialismo.
Cuando ni el autor se acordaba, apareció la nota en el momento en que la Revolución Energética daba frutos y la capacidad de generación multiplicaba la demanda, lo cual provocó una violenta reacción quizás acrecentada por el comentario de que al caballo bueno se le conoce en carrera larga.
Había una abrumadora cantidad de post en contra de la llamada Carta Blanca o permiso de salida para poder viajar, y en el debate sobre derechos humanos reprodujo la Declaración Universal, algo que no se había hecho en ningún medio de prensa.
No podía faltar el tema de la sexualidad, en el cual se discutía sobre el placer del trampling al pisotear o ser pisoteado por la pareja, el tener relaciones sexuales con tres o más participantes, las posiciones más excitantes según las experiencias personales, y se incluyó el uso de los juguetes sexuales o consoladores.
La colega Mileyda Menéndez era moderadora del foro dedicado a la diversidad sexual, por lo cual le preguntaron si se publicaba en el momento o se esperaba, y donde mismo le hicieron la consulta, ella dio la respuesta: sí.
El post interrogaba: ¿Por qué en Cuba no se venden consoladores? Hubo una avalancha de comentarios, entre los cuales sobresalían varios que referían las peligrosas consecuencias, pues sabían de personas a quienes se les habían roto dentro de sus órganos los jueguetitos improvisados con disímiles objetos.
No faltaron los que aludieron a la escasez de divisas y que no debían importarse los también llamados dildos, existentes en variados materiales, colores, texturas, tamaños, formas y hasta dotados de control remoto para provocar movimientos, incluidos los vibratorios.
Con todos los argumentos, Mileyda buscó respuestas a por qué el mercado nacional no oferta consoladores, algo que existe desde tiempos muy remotos y es de uso universal, sin ser considerado ilegal ni dañino, sino todo lo contrario.
Dos décadas después, nadie ha contestado concretamente a un debate de aquellos desaparecidos Foros de Vanguardia, del cual este blog toma su nombre. Y por supuesto, siguen ausentes los consoladores o dildos del mercado nacional.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.