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lunes, 25 de noviembre de 2024

Shhhh… bajito… que te oyen…

Las advertencias para que alguien no revele intimidades casi no se usan...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 28/02/2020
2 comentarios
Personas-voz alta
Cada vez es más difícil resguardarse de las alocadas acciones de quienes alegremente “suben” cualquier cosa sin pensar en las consecuencias. (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Todavía en la última década del primer milenio podía encontrarse a alguien pidiendo a su interlocutor que hablara en voz baja para que nadie escuchara la conversación sobre temas íntimos, pero mientras avanza el tiempo, ya prácticamente nadie se toma ese trabajo.

Muchas razones pudieran haber, pero es una indagación que no está ahora mismo al alcance de esta nota, por lo cual el límite se coloca en recordar que tanto en los albergues donde vivían transitoriamente miles y miles de personas que laboraban lejos de sus hogares, como en las calles, existían momentos especiales en que era difícil escuchar algunas voces.

Personas que hablan con alto volumen las ha habido siempre, por lo que en años ya pasados era posible saber con mucha exactitud cuándo estaban diciendo un secreto o una intimidad, pues en esos casos apenas susurraban.

Los tiempos cambian, dicen. Ya no basta con susurrar o callar, pues quienes viven los momentos actuales pueden ser víctimas de las consecuencias de una indiscreción que no necesariamente se conoce porque lo dijeron con una elevada voz salida de sus gargantas.

Lo que no debe saberse, o solo es conveniente que lo sepan determinadas personas, puede ponerse a la vista y los oídos de toda la humanidad con acceso a Internet, o a través de alguien que se lo contó después de enterarse en la red de redes.

De la vida real conozco el caso de una persona que le dio la contraseña de su cuenta de correo a otra que aprovechó la ocasión para crear una enemistad conyugal a quien le había confiado la clave, pero no son situaciones como estas las que están en el centro de atención de esta nota, sino que será tratado en algún viernes futuro.

Este es el asunto de hoy: resulta prácticamente inútil, aunque no del todo, alertar a alguien que hable en voz baja o que deje de referirse a un asunto en estos momentos en que hay más de 6 millones de líneas de teléfonos celulares y que los servicios de transmisión de datos y voz tienen evidente tendencia a precios asequibles a un mayor número de personas.

La diferencia la está marcando un diminuto artefacto que además de sustituir a la telefonía fija es capaz de filmar o hacer una foto fija en transmisión directa, lo mismo a un sitio de redes sociales como Facebook que por mensajería directa, en tiempo real, de Whatsapp u otra aplicación parecida.

Cada vez es más difícil resguardarse de las alocadas acciones de quienes alegremente “suben” cualquier cosa sin pensar en las consecuencias hasta que el desastre está causado.

Un amigo que fue víctima de un irresponsable usuario de las nuevas tecnologías dice que de ahora en adelante está siempre vigilante para evitar ser grabado, filmado o fotografiado en situaciones comprometedores o que generen confusiones.

Para ello, dice, evita en determinados casos la presencia de tales amistades, y se cuida mucho de asistir a tertulias donde estén, aunque aclara que no hay fórmulas únicas, y textualmente lo cito: “Después que pasé al grupo de los divorciados, me digo constantemente: cuidado, Fulano, que siempre hay una cámara que te filma y retrata o una grabadora que te graba, y después: ¡la suben!”


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 2 comentarios


carlosvaradero
 28/2/20 10:25

La discreciòn no es un "don" del cubano promedio, y por estos dias en que vivimos, donde la falta de etica y la escasez de valores gana terreno, ser discreto se ha vuelto algo casi "desconocido".

He escuchado en el omnibus, en una cola, cada comentarios y cada referencias que de veras he sentido yo màs pena que quien las cuenta.

Hay que ser muy cuidadoso a la hora de hacer un comentario y delante de quien lo hacemos, incluso hay cosas que no meritarian ni siquiera hacer alusion, ni a temas que pueden molestar o herir a un tercero.

Nada, que los cubanos tenemos que re-aprender a volver a ser personas discretas, algo que se ha ido perdiendo con el tiempo.

arturo chang
 6/3/20 8:08

Ahora hay que aprender a ser discretos en el escenario de las redes sociales también.

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