Reinventar la vida en la jubilación

Este post nació a partir de que en las redes sociales copié y pegué esta frase: "El gran reto de la jubilación consiste en reinventar la vida."

Una amiga del mundo virtual que también lo es en el real, Mayra Madiedo, solicitó ejemplos concretos de reinventar esa vida, algo a lo cual ya me había referido aquí en El Foro, en el 2018  cuando anuncié que estaría jubilado dentro de pocas horas en el post titulado ¡Me jubilé!

No obstante, con cuatro años de experiencia como jubilado, hay nuevos elementos, y hasta los hechos adversos confirman la necesidad de esa reinvención, pues de no tener un rumbo definido, los contratiempos no hubieran podido manejarse de la mejor manera posible.

Confieso que desde que empecé a trabajar en el verano de 1972, comencé a hacer planes para mi jubilación y aunque los cambié constantemente siempre los hice y ello da ventajas, pero no significa que no puedan hacer más tarde.

Pudiera poner muchos ejemplos de cómo materializar la reinvención de la vida como jubilado, pero para comenzar, en esta ocasión trataré uno solo: la conveniencia de ampliar el círculo de amistades y conocidos fuera del ámbito habitual, sobre todo, del laboral.

No se trata de renunciar a las relaciones cultivadas durante la etapa activa en un centro de trabajo, sino de extenderlas para el día en que nuestros antiguos colegas tengan sus intereses específicos; y los jubilados, otros diferentes por razones objetivas, independientemente de los deseos.

Ya los horarios serán diferentes y nuestros antiguos compañeros no podrán encontrarse con nosotros como antes porque los horarios y las tareas no se los permitirán, y los jubilados también tendremos otras condiciones.

Tampoco los temas de conversación serán de interés mutuo, pues mientras los laboralmente activos están preocupados por sus obligaciones laborales y tendrán mayor entrada financiera, los jubilados tenemos diferentes situaciones.

Nunca es tarde para materializar esta reinvención, aunque preverlo cuando aún no estamos jubilados da ciertas ventajas.Esta reinvención nos pudiera evitar sentirnos relegados o desatendidos, porque habremos ganado otras amistades y conocidos con los cuales tendremos intereses comunes.Nunca es tarde para reinventar esa parte de la vida en la que están esas imprescindibles relaciones humanas que nos facilitan socorrer a alguien o acudir a otro para que nos preste ayuda material o espiritual. 

Y cuando por ley natural, en el centro donde aportamos la mayor parte de nuestra vida no queden conocidos, o haya muy pocos, no nos dolerá tanto cuando la recepcionista que entró a trabajar ayer nos impida entrar libremente porque no sabe quiénes somos.Reinventar la vida es algo permanente y no solo para los jubilados, pues ahora que en Cuba estamos entrando en una fase de control de la pandemia en la que los modelos de pronóstico dan cerca de 100 casos diarios para descender vertiginosamente en los primeros días de marzo, es momento oportuno para aplicar esa filosofía.

Esa reinvención diaria adquiere especial significación para los jubilados, entre las tantas acciones que pueden desarrollar para tener la calidad de vida que merecemos.