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domingo, 24 de noviembre de 2024

Los precios y los pillos

Sin dudar de que hasta los pillos estén dentro lo legalmente establecido o permitido para fijarlos, también es seguro que la Revolución tiene que llegar a los precios en 2016...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 01/01/2016
12 comentarios

El sábado 26 de diciembre de 2015, en Honorato del Castillo y Bembeta, en Ciego de Ávila, un vendedor ambulante con tono académico explicaba a una mujer de avanzada edad que en todas partes del mundo los gobiernos recaudan impuestos y que en Cuba también, por lo cual “los preciosno hay quien los baje”, y después de otras argumentaciones, aseguraba: “Los precios no se pueden regular”, a lo cual aquella cubana cargada de años y experiencias continuó su camino, pero antes miró por última vez la carretilla llena de malanga, tomates, cebollas, pepinos y calabazas.

 La anciana cubana entró al Supermercado de Frutales y Vegetales Frutavila y salió con la cabeza erguida y la jaba vacía, y quién sabe cuáles serían sus pensamientos al notar que solamente vendían jugos de frutas naturales y no lo que se suele buscar por los días finales de año para incluir viandas y hortalizas en sus cenas. Sin dudas, así no hay quien regule los precios que fijan a su antojo, los aprendices de brujo capitalista, o como los calificó el presidente cubano: “grupo de pillos que cada día se está enriqueciendo más”.

Unos 150 kilómetros más hacia el oeste de Frutavila, en Santa Clara, el mercado estatal de Buenviaje ofertaba la libra de maní en grano a unos 12 pesos, pero en el del municipio Ciro Redondo, en un establecimiento similar costaba 15, lo cual podría haberse decidido dentro de las normas porque las autoridades locales están facultadas para establecer los precios, aún cuando la capital villaclareña sea una zona urbana, y la de Ciro Redondo eminentemente rural.

Entre Ciego de Ávila y Santa Clara está Sancti Spíritus, en cuya terminal de ómnibus la mayoría de los vehículos no pertenecen a entidades estatales, cuya misión es transportar pasajeros, sino a ciudadanos (llamados en estos casos privados, particulares, cuentapropistas). Allí había uno de estos ciudadanos (¿no sería mejor llamarle pillo?) que de otro modo, pero con la misma filosofía del vendedor ambulante avileño, concluyó una discusión así: “Esto es particular, a oferta y demanda, si no te conviene puedes bajarte y buscar otra cosa en que irte”.

¿Qué reclamaba el viajero? Que el trayecto directo de Sancti Spíritus a Ciego de Ávila costaba 15  pesos y no 20, como suma cuando cobran por tramos. Cuando el cobrador se fue y ya no podía oír las protestas, entonces fue cuando varios pasajeros le expresaron respaldo al quejoso, aunque nadie se desmontó, y la conversación tuvo un silencioso final.

Cuando imperaba el sistema burgués en Cuba, cada fin de año los comerciantes (todos eran privados) daban un aguinaldo, y durante el resto del año brindaban la llamada “contra”, que lo mismo podía ser un poco más de lo que le compraban o cualquier golosina para los niños, lo cual, sin dudas, era un gesto para granjearse la simpatía de los clientes y lograr que fueran habituales, una costumbre rechazada por nuestros modernos aprendices de capitalista, cuyas prácticas comerciales incluyen el maltrato a las personas a las cuales esquilman.

Si estuviéramos construyendo o restaurando el capitalismo en Cuba, nada raro tendría la manera en que vapulearon a la viejecita avileña que pretendía comprar viandas u hortalizas, ni tampoco cómo sellaron la boca a los pasajeros en la terminal espirituana, pero como que el egoísmo y el individualismo burgués son incompatibles con la construcción del socialismo, no es desacertado pensar que estamos ante un grupo de pillos creando un grave problema ideológico que corroe a una sociedad con elevados niveles de salud y educación accesibles y gratuitos, sin ser un país altamente desarrollado.

 

NOTA FINAL: Aprovecho la ocasión para desear que en este 2016 haya precios sin pillos.


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 12 comentarios


DEFTONES
 22/1/16 13:38

Habria que hacer un analisis profundo del tema de los precios, mi humilde criterio es que se deberian topar o ponerles un precio maximo a cada producto, se que es muy dificil pero nada es imposible. Con los precios altos quiza se logre la suma de productores, que es lo que hace falta pero no estimula el aumento de la produccion por la simple razon de que si tengo capacidad productiva para producir dos cajas de tomates y con las utilidades que me da producir una, me alcanza y me SOBRA, para que voy a producir dos? Que creen?

Ernesto Moreira
 8/1/16 13:01

Las leyes de la economía son objetivas, si la producción es insuficiente y el poder adquisitivo bajo, hagan lo que hagan el problema no se resolverá. Quitar intermediarios, carretilleros y cuentapropistas solo agravará la situación. Reducirles el margen de ganancia desestimulará su actividad y será como si los quitaran. Creo que la clave aquí está en una política impositiva menos severa, eso ayudaría, pero aun así si la producción no aumenta los precios no tienen por qué bajar.

Por otro lado no son sólo los productos del agro los que son caros, sino también todos los del mercado de divisas, sin el cual no se puede vivir, y ello hace que el costo de la vida de esos intermediarios y cuentapropistas sea muy alto también, y no se les puede pedir que se resignen a vivir en las mismas condiciones que un asalariado estatal, porque así nadie sería cuentapropista, no valdría la pena abrir un negocio para no ganar dinero, y por otro lado fue ese igualitarismo, entre otras cosas, el que nos llevó a esta lamentable situación.

DomLouis
 7/1/16 19:41

NADA, Q SI ALGUIEN ES EL RESPONSABLE DE QUE CIERTAS CIRCUNSTANCIAS LLEGUEN A TAL PUNTO ES UNICAMENTE EL ESTADO, SAQUE SOLO USTED UNA CUENTA O MEJOR A UNA REFLEXION, SI MI NEGOCIO ES VENDER MANI COMO SE PONIA UN EJEMPLO AL INICIO DE ESTE ARTICULO A 15 PESOS LA LIBRA Y EL VECINO LO HACE  A 12, CUAL VENDERA MAS, Y SI LLEGA EL ESTADO Y LO HACE A 10,...... QUE HAGO YO Y MI VECINO CON MI MANI, NADA, PARA PERDERLO TODO DEBO VENDERLO A 10, ASI Q EL ESTADO TIENE MAS O MENOS RECURSOS REALMENTE PARA TERMINAR CON ESTO.

ANGEL
 6/1/16 8:50

MAS IMPORTANTE QUE LA ETIMOLOGIA DE ¨PILLOS¨ ES DAR RESPUESTA A VARIAS PREGUNTAS, TALES COMO:

1.- ¿QUE HACER CON EL PRODUCTOR QUE INCUMPLE SUS PLANES CON EL ESTADO Y SE COMPRUEBA QUE LE VENDE A REVENDEDORES?

2.- ¿COMO PODEMOS UTILIZAR EN FUNCION DE LA ECONOMIA LOS TRANSPORTES PRIVADOS PARA LLEVAR LA PRODUCCION DEL CAMPO, AL PUNTO DE VENTA, O SEA, SE LEGISLARA ALGO AL RESPECTO INCLUYENDO LOS MAXIMOS PRECIOS QUE LOS DUEÑOS DE CAMIONES PUEDEN APLICAR PARA ENTREGAR LOS PRODUCTOS A LOS UNTOS DE VENTA? O, ¿TENEMOS LA POSIBILIDAD DE INVERTIR EN CAMIONES CON LOS NUEVOS CREDITOS QUE EL PAIS ESTA RECIBIENDO Y VOLVER A CREAR UN ACOPIO MAS EFICIENTE QUE EL QUE HUBO Y TAMBIEN MEJOR CONTROLADO?

3.- SI SE DECIDE TOPAR LOS PRECIOS DE ALGUNOS PRODUCTOS, ¿COMO SE VA ACONTROLAR QUE ESO SE CUMPLA?

SIN ALARMISMOS, LA SITUACION DE LOS PRECIOS ACTUAL ES COMPARABLE A LA SITUACION DE AGRESION ECONOMICA QUE PADECE VENEZUELA Y COMO DICE CALVIÑO, CADA CUAL QUE SAQUE SUS PROPIAS CONCLUSIONES. LA LIBRA DE TOMATE A 20 PESOS ES UNA VERGUENZA PARA TODOS LOS QUE LA HAN PERMITIDO.

CUALQUIER MEDIDA(S) QUE SE TOME, REQUIERE DE QUE SE GARANTICE EL DEBIDO SEGUIMIENTO Y CONTROL SOBRE SU CUMPLIMIENTO.

belkis
 5/1/16 15:20

Demasiado cordel a este asunto, no es posible seguir tolerando esta situación q atenta con la comida del pueblo

Juan F. Fernández
 4/1/16 21:02

El calificativo de "Pillos" siempre utilizado para los que ponen en venta productos o servicios  los cuales el estado socialista es incapaz de generar, no soluciona la perenne crisis que se arrastra como secular ineficiencia de nuestra economia.Cerremosles el paso a su existencia y veremos que la pobre viejita ya no tendrá ní donde preguntar los precios. Es verdad que no la maltratarán si estos personajes desaparecen pero tampoco logrará resolver su problema. Si fuesemos capaces de darle la opción de acudir a un mercado alternativo que estuviese al alcance de sus posibilidades.ella no recurriria a estos "pillos". Recuerdo en los años 80 el surgimiento de los llamados mercados paralelos y las fuertes criticas por los precios que estos exhibian y eran estatales. Sin embargo la población se vio estimulada a superarse  para alcanzar mejores remuneraciones y asi poder acceder a estos bienes. Lamentablemente estos "pillos" los generó nuestra ineficiencia y hay que reconocer que nacieron  a solicitud del estado socialista y que con sus grandísimos defectos ayudaron al sostenimiento de la patria socialista. No los critiquemonos, dediquemonos  a superarlos.  

alabausesanto
 2/1/16 13:44

Sí, son pillos y algunas cosas más, los que forman parte de la descorazonada cadena de productores, vendedores, revendedores y revendevendedores que conforman la base de la microeconomía domestica de la Cuba de hoy, paresiera que la revolución de los humildes por los humildes y para los humildes se fué a volina como la del 30 del pasado siglo. No hay nada que lo desmienta. Siempre terminamos comparándonos con otros paises y olvidamos que aquí se hiso una revolución radical que acabó en sus inicios con cuanta propiedad privada hubo, que ha venido haciendo conseciones y hoy sucumbe bajo un discurso que pregona una idea y practica otra totalmente diferente, mientras mi patria ve partir hacia cualquier parte y bajo el mismo pretesto a sus más jóvenes hijos, porque ya perdieron la esperanza de la prosperidad que debieran encontrar aquí y que les arrebatan cada día esa pléyade de pillos como los nombrara Raul.

No podemos darnos el lujo de desalentarnos, aunque se repitan año tras año, asambleas que discutan lo mismo y no solucionen nada y los Aprendices de capitalistas, sigan esquilmando a su pueblo y tomando de él la benevolencia de sus leyes.

Arturo Chang
 3/1/16 11:10

Claro que no debemos desalentarnos, pero tampoco debemos dejar de exigir la aplicación de medidas que nos protegan contra los desmanes de los pillos. Además, debemos tratarlos como lo que son: pillos. Y no rendirles tanta pleitesía como hacen algunos. Hay que repudiar a los pillos, sobre todo, a esos que se aprovechan de los resquicios de la ley, y se amparan bajo el manto protector de leyes, reglamentos y disposiciones. El colmo es que ya tenemos pillos amparados por la ley, como si fueran aquellos piratas que por obra gracia de una Patente de Corso, dejaban de estar al margen de la ley y se convertían en corsarios.

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Winchis
 2/1/16 8:22

Indigna este tipo de situaciones...

Arturo Chang
 3/1/16 11:11

Bien, desde hace mucho tiempo estamos todos indignados, pero ya hay que pasar de la indignación a la acción contra los pillos, tanto para defendernos de sus pillajes como para combatirlos y reducirlos a la mínima expresión posible.

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José infante reyes
 2/1/16 5:37

Solo el aumento de los niveles de producción  resolverán el problemas de los altos precios, de lo contrario  los vendedores, llámense  pillos, o como quieran llamarles seguirán siendo las mismos aprovechados de las necesidades de millones de personas, no culpar más al vendedor, la raíz del problema es que no hay promoción suficiente en el país. Esta es una vieja historia.

Arturo Chang
 3/1/16 11:03

Al aumentar o disminuir la producción, las conyunturas cambian, pero por mucho que aumente hay que lograr una regulación consciente a nivel de la sociedad. Los pillos, en tanto que son pillos, no renuncian en ningún lugar del mundo, al pillaje ni en momentos de elevadas producciones. No está de más que en estos momentos en que los precios tienen una altura insoportable, se busquen medidas para protegernos de los pillos.

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