No hay, no hubo ni habrá indiferentes ante el tema de las familias, y así fue, es y será, aunque un ciudadano no haya leído jamás textos teóricos o legales sobre lo que llaman componente estructural más pequeño de la sociedad, su célula básica o fundamental.
El individuo tiene inclinación natural a valorar su entorno a partir de sus experiencias propias, y ello hasta pudiera explicar por qué a veces encontramos a alguien con una opinión desfavorable y pesimista en relación con el triunfo más descomunal.
Con razón los clásicos del marxismo elaboraron ideas que sirven de base para interpretar que la situación material en que viva una persona guardará relación muy estrecha con su pensamiento y, en este caso, el referido a las familias, no escapará de esa mirada.
Hasta estos días se han habilitado medios, como el correo electrónico familias@minjus.gob.cu, para recibir opiniones, sugerencias, dudas y consultas sobre la versión 22 del Anteproyecto del nuevo Código de las Familias en lo que se ha llamado consulta especializada.
Quizás por la veintena de ocasiones modificada y porque no se hayan percatado de que esta es “especializada” a instituciones, sociedades científicas y organizaciones sociales, hay quienes hicieron la observación de que no pudieron expresar sus criterios al carecer de recursos para comunicarse en los espacios habilitados, entre los que estuvo el Foro de esta revista digital Cubahora.
Esa consulta especializada fue en todo el país, y se toma en cuenta para elaborar otra actualización con vistas a su posterior debate en la Asamblea Nacional del Poder Popular que, en su momento, dispondrá de una consulta popular, cuya información más específica será organizada, rectorada y captada por el Consejo Electoral Nacional.
La atención ya despertada por el anteproyecto que propone vías para dirimir conflictos pendientes de solución es un adelanto de cómo será el proceso de aprobación definitiva de la norma jurídica, pero no basta con que alguien nos cuente sobre el aspecto que nos interesa. El documento requiere estudio profundo para ser protagonista de las modificaciones según la realidad. Respetar y reconocer los diversos puntos de vista de los demás, lejos de fragmentar, llevará a alcanzar la unidad fortalecida, en un contexto de diversidad necesaria y objetiva dentro del seno de las familias.
Lo que se avecina tiene un alcance mucho mayor a lo que ha venido sucediendo hasta ahora, aun cuando muchos han podido expresar sus criterios, como puede comprobarse en nuestro Foro, donde están reflejadas contradicciones que serán fuentes de desarrollo.
Están públicas hasta las quejas de quienes exponen que hubo censura de voces que se oponen al anteproyecto o a alguno de sus puntos, y también los post con argumentaciones en contra de las novedades que propone el documento ampliamente divulgado en su totalidad en sitios digitales y que se puede descargar en nuestro canal de Telegram.
En la participación de los foristas se demuestra la necesidad de aclarar que, por estar el anteproyecto en los temas sociales del derecho y la justicia, ningún asunto predomina sobre otro, pues todos tienen igual relevancia porque atañen a la felicidad de muchas personas, sin desconocer que una sola de ellas cuenta.
Por trascender lo técnico jurídico y ser un proceso político, la ciudadanía debe comprender cualquier resistencia al cambio, pero en especial, estar alertas para frenar manipulaciones, sobre todo las de quienes no renuncian a fragmentar la unidad y provocar caos en la sociedad.
Un forista califica de injusto que todo el que se oponga sea encasillado de machista y homofóbico sin escuchar sus criterios e ideas, pero con toda razón debe recibir igual consideración quien no atienda los planteamientos de quienes han estado sufriendo las consecuencias por no existir el debido respeto a la diversidad.
Entre los post destaca uno de una pareja en la que uno y otro son del mismo sexo y en la cuadra donde viven padecieron un trato injusto, hasta que con el tiempo lograron un espacio y el reconocimiento. Ahora ambos son dirigentes del CDR propuestos y electos por sus vecinos, quienes cuentan con ellos para tomar decisiones y emprender acciones de índole social en la comunidad.
También hay un respetuoso intercambio en relación con la adopción y la imitación, en la cual en un post se admite tener un padre alcohólico sin que el forista, hijo, lo sea, pero en la realidad también existen casos de que el niño, ya adulto, respeta y ama a su papá homosexual, mantiene buenas relaciones y es heterosexual.
Se exponen criterios que deben tenerse en cuenta y que son un medidor social, pues un forista expresa su preocupación por el trato que le dispensarán los demás niños dentro del aula al adoptado por un matrimonio de personas del mismo sexo.
En ese diálogo queda claro que no basta con un código, pues se requiere mucho más, y ya la propia manera de confeccionar la norma, el debate especializado y el popular hasta su aprobación forman parte de todo un proceso de desarrollo de la sociedad cubana.
Agradecemos a todos los foristas que han participado, tanto a quienes redactaron sus post e intercambiaron como a la alta cifra de los que leyeron.
Ya avanzamos hacia otra fase del proceso en la que tampoco habrá indiferentes pero, por ser decisiva, nos atrevemos a decir que no debiera bastar con que nos cuenten, valoren e interpreten lo que dice el anteproyecto, sino que lo estudiemos directamente en su texto original.
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