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lunes, 25 de noviembre de 2024

¿Consumidores o adversarios vencidos?

Si mundialmente se habla de “protección al consumidor” es porque hay agresión...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 04/01/2019
4 comentarios
Foro de Chang Protección
Cuba pudiera ser el lugar donde la agresión incluya el maltrato con mayor agudeza. (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

En la década de los años 50 del siglo pasado vi en una bodega (la de mi padre) un envase de cristal con caramelos que en su tapa se leía algo así como: “Un cliente contento es el mejor amigo del comerciante, ofrézcale mercancías de calidad”.

De allí se extraía la golosina para darle “la contra” o el obsequio a los niños, y antes de la Navidad se ofrecía a la clientela un aguinaldo que, mientras más compraba el cliente durante el año, mayor era.

Esas y otras prácticas de los bodegueros también incluían ventas a crédito para facilitar la adquisición de los productos y ganar clientes habituales, pues mientras más se vendía, la ganancia era superior.

De esto me acordé cuando el 31 de diciembre le hice esta pregunta a la empleada de la bodega donde adquiero la cuota: “¿Aparte del pan viene yogurt o algo más?”. La respuesta fue rápida, sin necesidad de pensarla: “Lo único que me faltaba para estar completa es que aparte del pan venga algo más… ¡hoy!”.

Por supuesto, como a todas las personas normales, además del pan me hacían falta muchas cosas más, sobre todo para seguir la costumbre de comer y beber lo mejor posible en las festividades de fin y principio de año.

El pero es el siguiente: ¡A la bodeguera lo que le hacía falta era no trabajar!, pero tenía la orientación del nivel superior de que este día de diciembre el horario fuera de 7:00 am a 2:00 pm y no de 7:00 am a 11:00 am y luego de 4:00 pm a 7:00 pm.

Los tiempos cambian y las técnicas comerciales también. En bodegas como las de mi padre, en el milenio pasado, había que ganarse al cliente, pues no estaban atados por la libreta de control de abastecimiento, y podían migrar hacia otro establecimiento que competía en atención, buen trato y mercancías de calidad para atraer compradores habituales.

Sin dudas, universalmente, las susodichas técnicas comerciales incluyen agredir al consumidor, aunque (tal vez, quizás, a lo mejor…) Cuba pudiera ser el lugar donde la agresión incluya el maltrato con mayor agudeza, pues en mercados foráneos son todo amabilidad para conseguir los propósitos del vendedor en contra del cliente, pues tratan de que la víctima salga contenta y regrese.

No es un concepto exclusivamente cubano el de que el consumidor necesita protección, pues al escribir en Google las palabras “protección al consumidor” reportó en 39 segundos 63 800 000 páginas web con materiales sobre el tema.

Quien necesite protección es porque lo agreden, una acción que realiza alguien en su contra, en este caso, el comerciante, como el caso de la susodicha bodeguera que primero impone su deseo de no trabajar antes que el de satisfacer las necesidades del prójimo.

La bodeguera, dependiente o empleada es la última pieza, la encargada de que el jaque sea mate, pues anteriormente otras se movieron para no transportar o demorar en dar salida del almacén, o se colocaron en posición de no producir, producir poco y hacerlo sin calidad.

Por eso, cuando el consumidor va al encuentro del comerciante, lo encuentra parapetado detrás de un mostrador que semeja una trinchera, o más bien un cuartel, donde está en posición ventajosa, y aprovechando su poderío concluye la jugada perfecta para derrotar al consumidor, que una y otra vez tendrá que acudir, le guste o no, a la misma bodega, la misma carnicería, el mismo mercado, la misma farmacia, el mismo hospital, la misma funeraria…

Como consumidores, todos estamos protegidos por la libreta, que ha funcionado con alta eficiencia y eficacia, pero antes de consumir hay que ser clientes para adquirir productos o servicios, que es el momento en que ocurren las agresiones.

Sería interesante usar instrumentos científico-técnicos para saber las opiniones sobre las últimas acciones llamadas de “protección al consumidor”, y entre todos hallar una solución que no puede ser igual a la aplicada por los comerciantes de la década de los 50 del siglo pasado, y que también debe ser diferente a la de otros países.

En el juego del ajedrez se hacen movidas de piezas para posicionarlas favorablemente en busca de ventajas, y esto se llama gambito, que quizás sea el proceder que falta para proteger de malos tratos a los clientes, además de leyes y normas que pueden existir al por mayor.

Como en casi todo, la clave es cómo hacer el gambito, más que para proteger al consumidor, disminuir la agresividad del que en vez de contrincante debiera ser amigo, sobre todo porque en un momento somos clientes, pero en otro somos quienes prestamos el servicio.


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 4 comentarios


Nor1
 7/1/19 19:11

hola, es llover sobre mojado. volver por un tema que en nuestro pais no ha tenido solucion y ha ido de mal en peor con el paso de los años. es como hablar de los juguetes para los niños, los acaparadores, el transporte, la calidad del pan los fosforos, la cantidad de ganado vacuno... etc. la ley de proteccion al consumidor ya ni se menciona y nadie cree en ella (ni afectados ni afectadores). son mecanismos que no funcionan y el empleado tiene su ganancia en apropiarse de parte del producto que maneja, no necesita vender ni se amable con el "usuario". lamento no ser optimista, pero tampoco tengo motivos. y es un mal que han heredado los establecimientos particulares que te maltratan igual y pasas de cliente cuando te atraen a victima cuando estas en sus garras. que horrror!!

Henry
 4/1/19 14:13

...Como en efecto, ya el maltrato se ha convertido en un deporte, y no solamente al consumidor, no solamente al infeliz que espera un servicio de calidad previo pago. Ya el maltrato lo vemos incluso de manera generalizada hacia la población en calidad de paciente, acusado, cliente,  estudiante, profesor, elector, ciudadano, trabajador, etc. Sucede que en nuestro sistema hubo un momento en el que hubo conciencia y predominaban algunos valores, hoy a nadie le importa nada. En la década del 50 todo tenía dueño, en cambio hoy no es así, lamentablemente lo que es de todos no es de nadie.....Cuando se emiten quejas por inconformidades y maltratos estas casi siempre van dirigidas el mismo organismo infractor, y para mi no tiene ningún sentido, ya que algunas veces nos encontramos con paños tibios gracias al sociolismo, nepoptismo, compromisos o complicidad en actos de corrupción....creo que un paso importante sería crear algún organismo independiente que investigara y sancionara todo lo referente a la protección, ese pudiera ser el comienzo.

sene;io ceballos
 4/1/19 8:23

WELCOME AL NUEVO 2019..Estimado Lic.CHANG!!!.....Genial articulo suyo hoy viernes...., por toda URSS..era asi como es hoy en su bodega......Pero  llego un coronellsito  y mando  a parar!!!!...Recuerdas la cancion muy popular....LLEGO EL COMANDANTE Y MANDO A PARAR?..... Tambien un 1 de ENERO / Pero en Moscu un PRIMERO de ENERO / 2000....hoy aqui en cualquier aldea, pueblo o ciudad es como en nuestra epoca de los bodegueros chinos de la esquina..POR CASI TODA CUBA..jajajaja Gracias y BIENVENIDO  OTRA VEZ      Vuestro seguro y permanente  seguidor   El ing. del Rpto VIrginia /s.clara

Yamila
 4/1/19 8:21

Buen dia estimado periodista. ante todo muchas Felicidades en este nuevo año, y ahora le digo con gran certeza que la Proteccion al Cliente es solo un eslogan, esta por verse que un dia se digne algun funcionario de las empresas que brindan servicios a verificar que los usuarios no seamos agredidos en sus dependencias esto es general, aquello que mi trabajo es usted o el cliente siempre tiene la razon se fueron junto de paseo porque la calidad se desasparecio en el tiempo y a nadie le interesa tratar bien a los demas o al menos en el sector estatal, total y por fin hagan lo que hagan siempre van a ganar lo mismo o al menos esa es la justificacion a la agresion, pero lo mas triste es que aunque no nos guste el trato que nos dan tenemos que morir alli porque no hay opciones, si los negocios o servicios fueran privados y les doliera la perdida de clientes la historia fuera otra, pero mientras no cambien las condiciones vamos a seguir maltratados y se seguira hablando del eslogan de la proteccion al cliente,entoces seguiremos siendo protagonistas de esa Sátira.

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