//

sábado, 23 de noviembre de 2024

Barqueando por el ciberespacio

En este Foro no hablamos de los barcos con proa, popa, babor, estribor y surcan los mares, sino de los que barquean por el ciberespacio sumergidos bajo el manto de las tecnologías...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 09/05/2014
13 comentarios
Computación
A estos “barcos” se les ve con la mirada fija, perdida muy dentro de la pantalla.

Nunca admití que quienes nacimos a orillas del mar no soñáramos surcar mares a bordo de una nave, sino conducir un vehículo automotor a toda velocidad por vías terrestres, como mismo ahora siento chocante que mientras Gabriel García Márquez haya dicho que con una computadora 20 años antes de escribir Cien años de soledad, habría creado el doble de las novelas, otros dispongan del moderno aparato y lo que hacen ¿por culpa de la computadora? es trabajar el triple menos de lo que deben y si lo comparamos con lo que pudieran, sería en cifras astronómicas.

El viejo Juan, que ante de fallecer había perdido la cuenta de la cantidad de lanchas que calafateó en el puerto de Casilda para que entre las tablas no se filtrara el agua, decía: “Cuando veas asomar un barco, desde que lo veas, hasta allí hay casi dos leguas porque la tierra hace una curva en ese tramo”, y desde entonces cada vez que escucho a alguien anunciar “Voy navegar” o lo diviso ir hacia una computadora, con o sin Internet, como el marino que se dirige a su nave para hacerse a la mar, lo miro, pero a diferencia de lo que sucede en el litoral, en las casi siempre refrigeradas oficinas, no se logra medir nada.

Una milla, dos… dentro de unos minutos solo veré la punta del mástil… solía calcular mentalmente cuando veía avanzar los barcos hacia el horizonte, pero en materia de navegación ciberespacial todo intento de saber la situación resulta inútil, pues hay quienes han desarrollado una capacidad tal de “barquear” que cuando creemos que están terminando, aún ni siquiera han empezado, y si se les pregunta cuánto tardarán en finalizar, la respuesta de 10, 15 ó 20 minutos puede lo mismo ser mañana, la semana que viene, que nunca…

A estos “barcos” se les ve con la mirada fija, perdida muy dentro de la pantalla, y también hasta con oídos taponeados por audífonos, concentrados lo mismo en el juego más tonto del mundo que en una complicada competencia on line contra adversarios en otras oficinas, invisibles, silenciosos, en otra dimensión donde nada se hace que tenga que ver con el trabajo.

Y si son de los privilegiados con Internet, o de la selecta minoría cubana con acceso a chat, Facebook y correo electrónico, entonces sí que hay quienes “barquean” con una capacidad asombrosa para enmascararse, son estrategas del arte del ocultismo al punto de que cuando se quejan de no poder concentrarse en su labor por la lentitud de la conexión, son ellos mismos quienes han colapsado el ancho de banda bajando un video de Youtube o subiendo a su muro FB o Flicr la foto de la última fiesta en la cual, si no lo hubo en la realidad, en la imagen que dan a la comunidad mundial de internautas es que las cubanas y los cubanos comen, beben, bailan y se divierten todo el tiempo sin trabajar.

Cuando por algún motivo se cae Internet, o se interrumpe el chat o el correo electrónico, patean el suelo con enfado, se levantan y exclaman cuanto improperio se les ocurre porque así no pueden trabajar, ni tampoco superarse, informarse… como si no hubieran existido faenas que se resolvieron durante muchas décadas con una pluma de ave u otras más avanzadas, la máquina de escribir mecánica o eléctrica. García Márquez dijo que hubiera escrito más novelas con una computadora, no que no habría escrito ninguna, pero es más: haya sido con un artefacto u otro, todas sus obras las escribió, con su talento, él, el más universal de los colombianos, no los instrumentos.

A estos barcos no les importa que la computadora no tenga Internet, o que no esté en red, pues con los CD, DVD, memorias flash, discos duros externos o cualquier dispositivo similar, crean un enorme océano para barquear.

Puede haber una larga cola esperando por la terminación de lo que parece ser un sofisticado proceso que los menos entendidos miran sin comprender por qué ahora es más lento que cuando con papel y lapicero llenaban un modelo, o puede estar hasta el jefe mismo chequeando, que estos “barcos” lo primero que aprendieron fue la técnica del submarino, sumergir las aplicaciones, ventanas o como se llamen para desaparecerlos de la vista, incluso sin usar el mouse, porque si alguna combinación de teclas rápidas se aprenden son las de minimizar (Alt + espaciador y seguidamente buscar “minimizar” con el cursor y: Enter) para –como los submarinos- hundirlo todo en la barrita inferior que –además- ponen en la opción de ocultar automáticamente para contribuir a la invisibilidad.

Como se habrán dado cuenta, en este Foro no hablamos de los barcos con proa, popa, babor, estribor y surcan los mares, sino de los que barquean por el ciberespacio sumergidos bajo el manto de las tecnologías.

NOTA: Otro Foro merece cuando el cliente paga con tarjeta magnética, y la empleada informa con gesto amable de maniquí que está caída la red o se cayó el servidor.


Compartir

Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 13 comentarios


Arturo Chang
 12/5/14 13:59

Vanessa Alonso: usted mejor que muchos sabe que si Cuba no ha podido tener libremente Internet se debe a la política del gobierno USA que primero demoró en autorizar el acceso y después obstaculizó la obtención de medios técnicos para hacerlo. Aunque por conocerla, sé sus intenciones, le agradezco su mensaje.

Arturo Chang
 12/5/14 13:57

Vanessa Alonso: Su mensaje está fuera de tema, pero dado que la conozco y sé sus intenciones, le diré algo de lo cual usted esa la primera convencida: La ley de Ajuste Cubano es una de las primeras armas de agresión del gobierno USA para usar el tema migratorio contra la Revolución, y se califica de asesina porque ha provocado pérdidas de vidas humanas en alta mar.

Vanessa Alonso
 11/5/14 21:24

Barcos... Y me remonto a tantán vidas perdidas en alta mar. Viva Cuba libre compañero Arturo! Internet libre para todos los cubanos!

Arturo Chang
 11/5/14 12:32

Aristides: Hoy es el segundo domingo de mayo, Día de las Madres, y al leer su comentario sobre quienes no dan los buenos días, las buenas tardes ni las gracias o el por favor... recordaba que mi madre era una inmigrante china analfabeta que tuvo esos gestos y frases que inculcó a su familia. Realmente usted me ha hecho pensar que esta vez ese debió de haber sido el tema de esta sección, pero lo tendré en cuenta para las próximas. Gracias, Arístedes.

Arturo Chang
 10/5/14 14:47

Ernesto: Tiene usted toda la razón al adivinar que soy "uno de los pocos privilegiados en CUBA que tengan internet desde hace rato", y en cuanto a que soy un antisocial que por aburrimiento mire la pajita en el ojo ajeno y no me moleste el árbol que tenga en mi ojo, no diré nada, se lo dejo a su gusto. Solo le invito a desarrollar más su idea, comparta su pensamiento con los demás y no lo deje a medias. Le estoy muy agradecido por tomarse su tiempo para haber sido el primero en comentar. Gracias.

Arístides
 10/5/14 14:23

Chang, el agradecimiento es un principio fundamental de la educación formal, y eso dice mucho de ti (¡y vamos a tutearnos! Ya la amistad de nosotros dura por años). Es algo que en muchos conciudadanos cubanos, y del mundo, ha desaparecido por completo, junto con otras variantes, como si costara tanto trabajo decir un “gracias”, un “con su permiso”, “hágame el favor”, “buenos días”, “buenas noches”, y paro de contar. Si no encuentras palabras para agradecer, como me dices, ni se te ocurra poner en tu equipo una lista de ellas como la de aquellos sinónimos de antaño por la que “tanta leva te cortaron” aquellos que no te comprendían, y no dudo que fue una de tus brillantes ideas. No vayas a pensar otra cosa. Te confieso que ya con que te tomes el trabajo de responder a cada uno de los tal vez no tan inteligentes comentarios nuestros, nos estás dando una muestra más que palpable (aunque virtual, si se quiere), de tu agradecimiento. Un abrazote, amigo, que vas bien.

Arturo Chang
 10/5/14 8:41

Latino+: Ser dependientes de la tecnología en todos los aspectos de la vida es un síntoma de modernidad, pero como todo, nada es enteramente bueno, ni completa y absolutamente malo. Una cosa es depender y otra ser un esclavo, o desatender sin límites el trabajo y la vida misma. Cuando redacté el artículo, pensé en que se trataba de un problema universal, pero lo circunscribí a hechos que he presenciado y padecido. Aprovecho la ocasión para exhortar a comentar sobre las posibles soluciones, cuestión de la cual me doy cuenta ahora de que no hablé. Gracias por el comentario.

Arturo Chang
 10/5/14 8:36

Arístides: Le agradezco que usted, radicado ahora fuera de Cuba, sea quien haya dicho que el fenómeno del "barqueo" no es exclusividad cubana. Y en cuanto a ese funcionario del Poder Popular al cual se refiere, si lo hace bien, pues yo también estoy de acuerdo en que continúe surcando el ciberespacio. Lo cierto es que ya no encuentro palabras para agradecerle a usted sus comentarios.

Latino+
 10/5/14 8:13

Pues mire ud tiene toda la razon del mundo en lo que dice el articulo y mas hoy en dia, la gran mayoria de las personas pasan mas tiempo revisando sus sitios llamese foros nacionales,facebook,twitter,youtube,badoo,pero no podemos negar que gracias a la tecnologia nos acercamos mas,tenemos relaciones,incluso matrimonios virtuales. Lo que sino se puede negar que muchos pierden su tiempo en estos sitios y viven unica y excusivamente ahi por llamarlo de alguna manera,otros como bien se dice aca solo estan pendiente en lo que sube y por supuesto para no quedarse atras cuanta foto se tiran alla va en su perfil o muro de cuantas amistades tengan, ya sea la ultima fiesta de la farandula,la ropa,el calzado ahhhhhhhhhhhhhh y no pueden faltar las famosas fotos en el espejo para que todo el mundo vea lo rico y bueno que eatas sobre todo en el caso de los hombres. Tengo una anedocta una amistad mia me pregunto si en mi trabajo habia plazas disponibles para venir a trabajar hice las gestiones y me informaron que si, pero cual seria mi sorpresa que me no me pregunto cual seria la plaza,su contenido de trabajo,el salario a cobrar, no nada de eso la preocupacion era si teniamos acceso a internet. Realmente hoy en dia la tecnologia nos ha ayudado mucho pero creo que tambien nos ha hecho mas que dependientes de ella y en todos los aspectos de la vida.

Arístides
 9/5/14 21:35

¿Me creerías que esa mala práctica que nos relatas, no es algo privativo de nuestro país? Al menos en el que he vivido por años y donde he tenido como herramienta de trabajo computadoras, ese “barqueo” no ha estado ausente, y gracias a la divinidad a la que se le pueda dar el crédito, en aquellos remotos tiempos no existían aún las llamadas redes sociales. Como desde hace algún tiempo “trabajo” para “Quieto Parado y Compañía”, paso horas los 7 días de la semana, registrando sitios, en su mayoría por no decir que en su totalidad, cubanos, y he notado que en algunos foros de opinión, populares y muy visitados, hay quienes se mantienen conectados por horas para no perderse ni un solo comentario que entre, con el propósito de despedazarlo o de simplemente hacer saber que están plenamente de acuerdo. Y lo más preocupante es que muchos de esos “foristas permanentes” han revelado, amparados en sus seudónimos, que actúan desde sus propios puestos de trabajo. ¿Te imaginas qué relajo? Y hay algunos que escriben largos “tratados” sobre economía, política, sociedad y lo que sea, que por mi propia experiencia te puedo decir que les tienen que tomar muchísimo tiempo el redactarlos, y hay uno en especial que le pone la tapa al pomo, y que ha confesado ser un importante (¿?) funcionario del Poder Popular, que prácticamente siempre tiene algo que decir o aclarar de cada uno de los comentarios que se refieran al organismo para el que trabaja, que incluye la mayoría de los comentarios, lo que ha hecho sospechar a muchos, que su tan importante función está en eso solamente. ¡Pero de que lo hace bien, lo hace bien!

Arturo Chang
 9/5/14 18:54

Paloma: En primer lugar, me agradó haberla hecho sonreír y al mismo tiempo: pensar. Le comento que he sido víctima de esos "barcos" cuando he llegado a refrigeradas oficinas donde me han hecho esperar, sencillamente el tiempo que demoraron en terminar un jueguito, de lo cual me di cuenta porque desafortunadamente para esa persona, detrás tenía un espejo. Y me había dicho amablemente: "señor, ¿sería tan amable de esperar unos segundos nada más para terminar este modelito que lo están esperando?" Me dio risa y al mismo tiempo algo más, pero le dije: Tómese todo el tiempo que necesite a ver si llega a las Olimpiadas. No obstante, o no me entendió o ni siquiera se tomó la molestía de escucharme. Gracias, Paloma, por su comentario.

Paloma
 9/5/14 13:13

Me ha hecho sonreir su artículo, pero también pensar... Lo más lamentable de estos "barcos" es que en la mayoría de los casos el espacio que utilizan es el laboral, en equipos de la institución que han sido adquiridos para otros fines, en servicios que atienden diferentes públicos, violando quien sabe cuántas disposiciones para el uso de las tecnologías de la información y en detrimento de la eficiencia y la eficacia en el trabajo. Pero más lamentable aún es que "barquean" de manera impune, o sea, es un secreto a voces, porque todo el mundo conoce ya la forma de "zambullir" la ventana abierta cuando de pronto aparece alguien que no conviene sepa lo que se ESTÁ DEJANDO DE HACER. Saludos.

ernesto
 9/5/14 10:42

Lo más probable es que este Arturo Chang sea unos de los pocos privilegiados en CUBA que tengan internet desde hace rato y sea un antisocial por aburrimiento o quizás mire la pajita en el ojo ajeno y no le moleste el árbol que tiene en su ojo.

Deja tu comentario

Condición de protección de datos