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sábado, 23 de noviembre de 2024

Datos con sentido

Trabajo a distancia y teletrabajo: luces, sombras e innovación

En Cuba la fundamentación legal de estas modalidades laborales se encuentra principalmente en el Código del Trabajo…

Liz Armas Pedraza
en Exclusivo 26/11/2020
10 comentarios
Teletrabajo_manos
El trabajo a distancia ha constituido una herramienta eficaz para garantizar la continuidad operativa del país, sobre todo en tiempos de pandemia

Antes de marzo, antes que la COVID-19 se convirtiera en una pandemia y titulares permanentes, antes de ponerle pausa obligatoria a los planes y proyectos de vida, Xenia, periodista de Cuba Hoy, tenía una rutina diaria que ejecutaba casi de forma cronometrada: la alarma a las cinco y media de la mañana, alistarse, despertar a su hija de tres años, esperar juntas la sección infantil en el programa Buenos Días, dejar luego a la niña en el Círculo y viajar entonces hasta su trabajo.

No obstante, llegó el nuevo coronavirus y lo cambió todo. La alarma ya no sonaba tan temprano, alistarse tomaba mucho menos tiempo y la casa de Xenia se convirtió, a la vez, en oficina y área de juego. Ella fue una de las 557 548 personas que en el mes de abril se acogieron al trabajo a distancia, específicamente a la modalidad del teletrabajo.

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TRABAJO A DISTANCIA Y TELETRABAJO EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS CUBANAS

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) no contempla la definición de la terminología trabajo a distancia en su tesauro, aunque sí conceptualizan el trabajo a domicilio como el trabajo que una persona realiza en su domicilio o en otros locales que escoja, distintos de los locales de trabajo del empleador, a cambio de una remuneración y con el fin de elaborar un producto o prestar un servicio conforme a las especificaciones del empleador, independientemente de quién proporcione el equipo, los materiales u otros elementos utilizados para ello.

Por otro lado, sobre el teletrabajo explican que se trata del trabajo a distancia (incluido el trabajo a domicilio) efectuado con auxilio de medios de telecomunicación y/o de una computadora.  

En Cuba la fundamentación legal del trabajo a distancia se encuentra, principalmente, en la Ley No. 116 del Código del Trabajo del 20 de diciembre de 2013, en vigor desde 2014. En el Artículo 20 de dicha Ley se precisa que:


La relación de trabajo se formaliza con el contrato del que son partes el trabajador y el empleador; mediante el cual, la persona contratada se compromete a ejecutar con eficiencia una labor, a observar las normas de disciplina y las demás que se acuerden, asimismo quien le emplea se obliga a pagarle una remuneración y a garantizarle las condiciones y derechos de trabajo y seguridad social que establece la legislación. Es nula cualquier cláusula contractual violatoria de la ley.


Así mismo, en el Artículo 24 se establece el contenido de los contratos de trabajo, que deben tener, entre otras cuestiones, el lugar de trabajo acordado entre las partes, horario, duración de la jornada y el régimen de trabajo y descanso.

Mientras tanto, en el Decreto Ley No. 370 sobre la Informatización de la Sociedad, en el Artículo 59, se plantea que los ministerios de Comunicaciones y de Trabajo y Seguridad Social, de acuerdo con sus funciones, desarrollan acciones encaminadas a: apartado c)- desarrollar el teletrabajo, en coordinación con los demás órganos y organismos de la Administración Central del Estado.

La modalidad de trabajo a distancia, que incluye el teletrabajo, tuvo un gran auge en Cuba en septiembre de 2019, a raíz de la situación energética que atravesó el país debido al recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero.

Luego, a finales de marzo, en el plan de enfrentamiento a la COVID-19 presentado por el gobierno cubano, quedó claro que la implementación del trabajo a distancia, donde fuera posible, era imprescindible para proteger a los empleados del país en el contexto de la situación epidemiológica provocada por la pandemia. Es así que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) adoptó varias medidas encaminadas a la protección laboral, salarial, y para atender a las personas más vulnerables.

Actualmente, son 334 mil 779 trabajadores los que laboran a distancia, de ellos en el teletrabajo 25 mil 622. En entrevista exclusiva para Cubahora, Ingrid Travieso, directora de Empleo del MTSS, explicó que, desde el punto de vista salarial para los trabajadores, estas modalidades no provocan afectación alguna, ya que continúan disfrutando de los derechos y beneficios, incluido el pago del estipendio de alimentación.

EL CAMINO EXITOSO DEL TRABAJO A DISTANCIA Y TELETRABAJO: DISTINTOS ENFOQUES

El trabajo a distancia ha constituido una herramienta eficaz para garantizar la continuidad operativa del país, sobre todo en tiempos de pandemia. Su desarrollo en Cuba, aun incipiente, ha demostrado varios beneficios y buenos resultados, no solo para los trabajadores, sino también paras las empresas o entidades.

De hecho, en un foro publicado recientemente en Cubahora algunos usuarios comentaban sobre su experiencia en esta modalidad de trabajo. Una persona identificada como Zenaida explicó que la mayor ventaja ha sido evitar el transporte público diario y lograr una mejor eficiencia en sus labores. Mientras tanto, Lissette Ftes dijo que el beneficio, en su opinión, es que no existe un horario rígido, “quien lo realice puede administrar su tiempo y obtener los resultados necesarios”.

Para mirar con lupa la opinión de los usuarios, la revista realizó durante dos semanas una encuesta, vía Internet, donde participaron 51 personas. Sobre los principales beneficios asociados al trabajo a distancia y teletrabajo, el 90.2% coincidió en que resulta provechoso la disminución del tiempo de desplazamiento de la casa al trabajo. Así mismo, el 64.7% respondió que estas modalidades permiten alternar las responsabilidades domésticas y laborales.

Ahora bien, de acuerdo con la Dra. En Ciencias Psicológicas, Arianne Medina Macías, en entrevista exclusiva para Cubahora, al ser el trabajo a distancia y teletrabajo modalidades novedosas para Cuba y de características peculiares, requiere de cambios sistémicos: de estilos de trabajo, de condiciones laborales e infraestructura tecnológica, de relaciones jefe-subordinados, de modelos de dirección y evaluación del trabajo, de normativas y leyes.

Precisamente, la OIT elaboró en este 2020 una guía práctica sobre el teletrabajo durante la pandemia de COVID-19 y después de ella que arroja algunas luces sobre cambios necesarios e innovadores que se deben implementar para llevar a cabo con éxito estas modalidades laborales. En este sentido, la guía propone enfoques diferentes que abarcan, entre otras cuestiones el tiempo y organización del trabajo, la gestión del desempeño, digitalización y comunicación, seguridad y salud en el trabajo y el enfoque de género. ¿Qué pasa si estas dimensiones son analizadas en el escenario cubano?

Tiempo y organización del trabajo: ¿cómo hacerlo?

Uno de los principales problemas relacionados con el trabajo a distancia y el teletrabajo es la capacidad de las personas para administrar el tiempo y organizar el trabajo. Así lo demuestran estudios realizados por la OIT y también los resultados obtenidos en la encuesta de Cubahora.

El 49% señaló que entre los principales retos a los que se ha enfrentado al trabajar desde casa está la dificultad para mantener un horario regular. Así mismo, el 37.3% de los encuestados respondieron que casi nunca siguen un horario regular, el 21.6% casi la mitad del tiempo y solo el 13.7% todos los días.

Según la OIT, quienes trabajan a distancia tienden a trabajar más horas que cuando están en la oficina, en parte porque el tiempo para desplazarse al lugar de trabajo es sustituido por actividades laborales y también debido a los cambios en las rutinas de trabajo y a la desaparición de los límites entre el trabajo remunerado y la vida personal.

En este sentido, la psicóloga Medina Macías aconseja que los trabajadores respeten los horarios de trabajo y descanso para prevenir algunos riesgos, desconectarse psicológicamente del trabajo cuando termina, disfrutar de espacios de ocio y descanso de calidad.

“Hay que considerar que en esta modalidad confluyen en el mismo espacio el ámbito laboral y familiar, por lo que resulta todo un reto para el trabajador lograr un balance adecuado entre ellos. La situación puede resultar más compleja para los trabajadores que tiene bajo su responsabilidad el cuidado de niños, adultos mayores o discapacitados”, añade Macías.

Sobre estos últimos casos, la OIT advierte que los empleados, por lo general, tienden a invertir el horario de trabajo, es decir, le dedican el día a la vida personal y la noche y madrugada a la laboral, o comienzan a trabajar bien temprano en la mañana, cuestión que se traduce a largo plazo en sobrecarga, estrés y agotamiento emocional.

Entonces, ¿qué hacer? la OIT planteó en su guía varias cuestiones fundamentales a tener en cuenta, sobre todo por quienes dirigen a trabajadores a distancia.

Gestión del desempeño: “estar” no es sinónimo de “rendir”

Uno de los principales mitos asociados al trabajo a distancia o teletrabajo es que, por no estar en la oficina, se trabaja menos. Y es que permanece aun la idea de que el desempeño debe ser evaluado por la presencialidad y no por los resultados demostrados. De hecho, esta es una de las principales preocupaciones de los foristas de Cubahora.

En la mayoría de los comentarios coincidían en que, para desarrollar con éxito estas modalidades de trabajo en Cuba, es preciso cambiar modos de hacer y de maneras de pensar. Según el usuario Jose Pedro, “los directivos que tienen otro concepto de trabajo son resistentes a la implementación del teletrabajo. Si se establecen previo a la implementación del teletrabajo las especificaciones del proceso, cantidad, calidad y control de tareas y resultados en tiempo determinado convenido entre directivo y trabajador, es incuestionable la reducción de costos para la entidad y la reducción de indisciplinas laborales, desaprovechamientos de la jornada laboral e incremento de la satisfacción laboral entre los enrolados en este sistema de trabajo”.

Soplillo comentó que “lo primero que necesita el teletrabajo o trabajo a distancia es el cambio de mentalidad de los directivos, el dejar de verlo como algo que se le va de su control”. Por esta misma línea, Endor dejó claro que, en su opinión, la primera barrera que debemos librar contra esta modalidad, es la resistencia al cambio.

Los números también son muestra de la reticencia: en abril de este año más de 557 500 cubanos estaban acogidos a la modalidad de trabajo a distancia; ahora solo lo hacen 334 mil 779 según cifras actualizadas del MTSS. Una evidente reducción que se justifica con el paso de la mayoría de las provincias de Cuba a la fase de nueva normalidad, pos COVID-19.

Según Medina Macías, “esta es una reacción psicológica habitual del ser humano, la resistencia a los cambios por el miedo a lo desconocido y al malestar que provoca la incertidumbre. Esto sucede, sobre todo, cuando los cambios se producen de manera intempestiva y sorpresiva y sin previa preparación. Con respecto al teletrabajo y al trabajo a distancia se han levantado muchas resistencias, en especial de los directivos, porque sienten que es su responsabilidad lograr un buen desempeño de sus trabajadores”.

Medina Macías agregó que varias características de la cultura de las organizaciones cubanas se consideran que pueden estar provocando esta resistencia.

“En Cuba es tradición asociar la evaluación del trabajo con la cantidad de horas presenciales en el lugar de trabajo. De hecho, este ha sido siempre uno de los requisitos de disciplina laboral. Se concibe que si el trabajador esta físicamente en el centro laboral, está trabajando. Este mito ha quedado muy bien deconstruido por las investigaciones científicas que dan cuenta del “presentismo laboral”, el cual se refiere al fenómeno de estar físicamente en el lugar de trabajo, pero psicológicamente desconectado del mismo, por lo cual no se está aprovechando la jornada laboral. Se ha demostrado que este fenómeno genera pérdidas millonarias a las empresas en el mundo.

Por otro lado, existe un modelo de dirección centralizado en el directivo, según el cual, si el directivo no está supervisando, o más bien controlando al subordinado, este no cumplirá de forma efectiva con su trabajo. Por el contrario, las investigaciones han mostrado que cuando se ofrecen libertades para tomar decisiones, crear y tener iniciativa, los subordinados desarrollan estas competencias, pero también el sentido de la responsabilidad, la motivación y el compromiso con el trabajo, potenciando sus resultados.

Así mismo, se considera que estar en casa y con los hijos es una distracción: si bien es cierto que la modalidad teletrabajo permite una mayor convivencia con los hijos, este es un factor positivo si el teletrabajador es capaz de administrar su tiempo de forma eficaz. Ello conduce a un mejor balance vida laboral/familiar que lo hace sentirse más satisfecho en su trabajo.

Por último, es común considerar que el teletrabajo/ trabajo a distancia hace que la cultura de la organización laboral se deteriore: se presume que el aislamiento físico de los teletrabajadores con sus compañeros de trabajo incide negativamente en la preservación de las normas y valores organizacionales. Hay que tener en cuenta que el aislamiento físico no supone aislamiento social, que los valores tienen un carácter rector en el comportamiento humano, independientemente del espacio donde se desempeñen y que algunas normas probablemente deban ser ajustadas a la nueva relación de trabajo”.

¿Cuál es la solución entonces? En primer lugar, cambiar los métodos para evaluar la gestión del desempeño y entender que “estar” no es sinónimo de “rendir”. Es preciso, según la OIT, identificar objetivos, tareas, hitos y la supervisión y la discusión sobre el progreso del trabajo sin el peso de presentar informes constantemente, para otorgar al personal la flexibilidad y autonomía necesarias para organizar su trabajo sin que el equipo directivo tenga que controlar constantemente los progresos.

Digitalización y comunicación, cuestiones imprescindibles

La principal diferencia entre el trabajo a distancia y el teletrabajo radica en la intervención de la tecnología. Según Ingrid Travieso, directora de empleo del MTSS en exclusiva para Cubahora, en el trabajo a distancia la comunicación, intercambio de información e indicaciones para el trabajo se realizan de manera directa (cara a cara), para lo cual se requiere de la presencia del trabajador en la entidad, mientras que en el teletrabajo dependen fundamentalmente de las tecnologías de la información y las comunicaciones, para lo cual es imprescindible la conexión, aunque no descarta encuentros presenciales.

Entre los encuestados por Cubahora, el 80% tiene los medios tecnológicos necesarios para trabajar desde casa. De ellos, el 43.2% trabaja con medios propios, el 27.3% realiza las labores con los medios que le facilitó la empresa y a esta misma cantidad el centro de trabajo le brindó solo una parte de los medios imprescindibles.

Aquí también radica una de las preocupaciones de los foristas. Por ejemplo, Lissette Ftes dijo que “para el teletrabajo se necesitan medios de cómputo y una buena conectividad, sistemas de gestión y aplicaciones que permitan ese trabajo pueda realizarse con calidad. Tenemos compañeras en esa modalidad, sin embargo, deben auxiliarse de las que estamos en el centro porque no cuentan con todas las aplicaciones con las que trabajamos”.

Mientras tanto, Alina explicó no tiene experiencia con el teletrabajo: “el problema es que si no tengo una PC en casa no puedo realizar mi trabajo, ya que todo es por máquina y con correo, tengo correo personal, pero es mi dinero, mi paquete, y si lo gasto nadie me va a ingresar dinero en mi celular para yo comprar un paquete, no es lo mismo”.

Sobre este tema en particular, Travieso dejó claro que las condiciones para desarrollar el teletrabajo se acuerdan entre el empleador y el trabajador, aprovechando las condiciones que pueda garantizar y ofrecer este último, pero en lo referido a los aspectos de la tecnología, fundamentalmente la garantiza la entidad.

La comunicación constante entre los trabajadores es también parte importante de estas modalidades laborales. El distanciamiento físico no significa aislamiento social. El contacto entre los miembros del equipo genera, sin dudas, colaboración, la confianza y transparencia. En esto interviene, ineludiblemente, las tecnologías de la información y la comunicación.

No obstante, de acuerdo a la OIT, algunos estudios han probado que los equipos que trabajan a distancia se enfrentan a desafíos de comunicación más importantes que los equipos presenciales. Estos desafíos se multiplican con el tiempo, porque cuando los miembros de un equipo pasan cada vez más tiempo trabajando separados, aumenta el grado de separación y aislamiento profesional. ¿Qué sugiere entonces esta organización?

Seguridad y salud en el trabajo, también a la distancia

Más allá de los beneficios conocidos del trabajo a distancia y teletrabajo, estas dos modalidades traen consigo algunos retos que afectan la salud y la seguridad en el trabajo, sobre todo, si se analiza en tiempos de COVID-19. De acuerdo con, Arianne Medina Macías, Dra. En Ciencias Psicológicas, entre los riesgos laborales más frecuentes en las modalidades de teletrabajo y trabajo a distancia se encuentran los ergonómicos, por ejemplo, los malestares o enfermedades osteomusculares por la sobreexposición a medios de cómputo y los riesgos de carácter psicosocial, como: el sentimiento de aislamiento de la organización, el estrés, la fatiga, los conflictos entre la vida laboral y la familiar/social.

En la encuesta realizada por Cubahora quedó demostrada que, a la par que creció el rendimiento y productividad durante el trabajo a distancia o teletrabajo, también aumentó el estrés, fatiga o agotamiento emocional (18%) y los trastornos del sueño (23%).

“Lo primero que debe hacer el teletrabajador es identificar las causas que generan esos efectos: ¿qué me genera la ansiedad?, ¿el estrés?, los trastornos del sueño y alimentarios pueden ser efectos secundarios de estos estados. Una vez identificada la causa, actuar sobre ella. Es muy difícil recomendar una solución efectiva sin conocer las circunstancias. Muchas situaciones y factores intervienen: ¿es que le han dado al trabajador más volumen de trabajo que el que puede asumir? ¿Es que el jefe no fue lo suficientemente claro en cuanto a lo que espera de su desempeño? ¿Es que las condiciones laborales con las que cuenta en el hogar (tecnologías, acceso a las redes) no permiten lograr el resultado en el plazo prestablecido? ¿Es que su familia no respeta el espacio y tiempo de trabajo? Todos los factores influyentes en las modalidades de teletrabajo y trabajo a distancia requieren de atención, por eso se insiste en que los cambios son sistémicos”, añadió Medina Macías.

En este sentido, la OIT propone una serie de pautas a tener en cuenta para preservar la calidad de vida de quienes se encuentran en la modalidad de trabajo a distancia o teletrabajo.

Por otro lado, es importante aclarar que, según la Organización Internacional del Trabajo, en circunstancias normales, el teletrabajo y trabajo a distancia puede suponer una desventaja potencial para las mujeres ya que generalmente tienen que encargarse del cuidado de los niños, las tareas domésticas y el empleo remunerado. Por otra parte, el teletrabajo puede ayudarlas a lograr el equilibrio deseado entre la vida familiar y el trabajo.

En entrevista exclusiva Mirlena Rojas, coordinadora del Grupo de Estudios Sociales del Trabajo, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), las mujeres están en una condición de vulnerabilidad sobre todo a partir de que en estos momentos hay una alta cifra de madres que se encuentran al cuidado de sus hijos. En este sentido ha existido en el caso de las féminas una mayor sobrecarga en este tiempo de COVID-19 y sobre todo ejerciendo la función de teletrabajadoras, una sobrecarga de trabajo en sentido general a partir de los desafíos que lleva la conciliación entre el trabajo doméstico y el trabajo laboral.

“La manera que esto pueda estar afectando a las mujeres en la vida laboral y la doméstica, sobre todo, es a partir del desdibuje de un conjunto de límites que puedan existir a la hora de que en el hogar sea considerado el espacio también laboral”, añadió Rojas.

Es por eso que, sobre este tema en particular, resulta preciso escuchar a las mujeres, compartir sus experiencias, apuntar las dinámicas, para tener en cuenta sus desafíos en la elaboración de futuras políticas, entre ellas las de recursos humanos en lo que respecta al trabajo flexible.

DESAFÍOS: SE HACE CAMINO AL ANDAR

Al hablar del trabajo a distancia y teletrabajo es también preciso comentar acerca de los desafíos de esta modalidad. En palabras de Mirlena Rojas, por la infraestructura y por la conectividad que demanda este tipo de trabajo, nos falta mucho por regular todavía y pudiera ser de las cuestiones que esperan quienes se acogen a esta modalidad. Por ejemplo, las personas que se encuentran en teletrabajo o trabajo a distancia deben disfrutar de diferentes derechos laborales y, por supuesto, la entidad empleadora tiene que garantizar las condiciones de seguridad y salud del trabajo.

“Cuba, cien por ciento, nunca se ha desconectado ese vínculo con el espacio laboral, yo creo que es ese el escenario donde se desarrollan las diferentes relaciones sociales de trabajo y también donde se puede ver al trabajo como un espacio de socialización mayor. Hay algunos sectores que necesitan de estas modalidades más que otros. No obstante, es preciso que sean implementadas con calidad, con condiciones de trabajo adecuadas para que se logre el bienestar humano que tanto necesitamos”, explicó Rojas.

Además, resulta imprescindible la capacitación no solo de los empleados, sino también de quienes dirigen a los equipos de trabajo. Los tiempos son diferentes, el trabajo a distancia junto al teletrabajo, es de esas tantas cosas que han llegado para quedarse. Por tanto, es necesario utilizar otras vías para la evaluación de la gestión del desempeño, desterrar los mitos, enfrentar los cambios, escuchar. De otra manera, se crean obstáculos para implementar de manera óptima y eficaz estas modalidades, que se traducen luego en frenos para el desarrollo del país.

En este sentido, según explicó Ingrid Travieso, actualmente el MTSS realiza, de conjunto con la facultad de psicología de la UH, una investigación sobre los resultados de la aplicación durante este año, de esta modalidad de empleo, con la participación de todos los Organismos y Entidades Nacionales y  los trabajadores y jefes directos involucrados en ello, dirigida a identificar entre otros aspectos, beneficios y desventajas, condiciones para su realización, resultados productivos y de servicio, incluyendo calidad, competencias necesarias, motivaciones y posibilidades, lo que debe aportar herramientas importantes para su perfeccionamiento y mejor aplicación, incluyendo, de ser necesario la instrumentación de normas legales para ello.

Los primeros pasos en el camino hacia el éxito del trabajo a distancia y teletrabajo, ya se han dado en Cuba. Crear políticas públicas que faciliten y normen estas modalidades, investigar el fenómeno en el país, escuchar, cambiar e innovar, es clave para lograr ese objetivo.

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Xenia tuvo que adaptarse al nuevo contexto. En siete meses, el celular se transformó en su cámara principal, la comunidad fue el centro de muchas noticias, los espacios de la casa se convirtieron en set de grabación y las horas frente a la computadora aumentaron.

Conciliar la vida personal con la laboral también fue un reto para ella. Muchas veces tuvo que cambiar el móvil por la pelota para jugar con su hija, o por el plato del almuerzo de la pequeña. Más de una vez tuvo que repetir la grabación de los videos del trabajo porque en el fondo se escuchaba a la niña que reclamaba atención. Contó con la ayuda de su mamá, pero también en ocasiones tenía que dejar todo lo profesional a un lado para ocuparse de las tareas de la casa…

Fueron difíciles los cambios, pero Xenia logró equilibrar sus días, seguir un horario, aumentar la productividad en el trabajo sin estar en la oficina porque, al fin y al cabo, lo importante es la calidad de los resultados y no el estar en un lugar, eso ella lo sabe.

Escucha aquí la entrevista completa con Xenia Balón, periodista de Cuba Hoy.


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Liz Armas Pedraza

Amante de los datos y el deporte. Periodista y cubana.

Se han publicado 10 comentarios


Jose mora
 12/6/21 23:42

Mi disculpa pero ningún de eso datos aportan a la situación de un problema solo describen los problema .y la doctora de psicologia no a formulado una respuestas correctas a esa situación.le voy a dar un dato el porque en trabajo desde la casa se hace mas agotador que el que uno tienes que desplazarse de un lugar a otro .esta lo que se llama introversión y extroversión lo primero es mirar hacia adentro y lo segundo ser capaz de mirar hacia afuera.cuando la persona lleva mucho tiempo cerca de una máquina una computadora o lo que sea que este frente se llega a introvertise su atención no esta hacia afuera .al terminar su trabajo y desplazarse en bus autos o e pies este seria ideal y mirar las cosa su atención deja de estar fija se extrovierte. De hecho hay un ejercicio que es dar un paseo a la manzana y ver los objetos mas distante que es de excelente ayuda. Dice una lógica definir terminó que es el tiempo para ustedes o la Señora doctora para mi es intercambio de particular o cosa entre espacios. Una vez definido puedes hacer algo con tu tiempo. Control como definen el control : comenzar, cambiar y parar; cualquier cosa espació, energía tiempo y materia. Ese dato y otro que hay un hombre o mujer puede hacer de cualquier trabajo una actividad placenteras de hecho esa es la definición de trabajo un juego( actividad) como cuando nos íbamos a la playa todo el día llegábamos y nos vestimos y no vamos de parranda.

Voyk73
 6/4/21 20:53

Quisiera saber si existe algún sitio web, correo, bot, link, etc. donde ofrezcan ofertas de plazas con teletrabajo o trabajo a distancia pq cada vez que consulto la aplicación de Trabajar en Cuba, me dice que no hay ofertas de este tipo, pq se habla mucho de potenciarlo pero donde hallarlo, cumpliendo todas las medidas x la covid y las q están por anunciar

Rayser
 6/4/21 18:31

El problema es simple, cuando los que dirigen no tienen una mente flexible pasa lo que ahora. El discurso oficial no encuentra respaldo en la empresa estatal, el Ordenamiento y la caza de mayores utilidades hacen que nos apiñemos los unos y los otros. Sería muy sencillo realmente porque las empresas tienen bien definidos quienesson los imprescindibles, esos son los que estarían a tiempo completo, el resto podría trabajar por turnos ( por ejemplo). El resto de teletrabajo.

Isel Monzon
 20/3/21 7:01

Isel , Muy interesante todo lo relacionado con el trabajo a distancia , lo fundamental es el cambio de mentalidad de la alta direccion en su implementacion y saber conjugar la asignacion de medios necesarios , la salyd y seguridad k se establezca y el control de las tareas k realmente generen incrementos de productividad, ademas de pote ciar el cuidado y apoyo k necesitamos las muneres, gracias x fomentar esta forma de empleo en mi organizacion no es dificil mi director es un joven cuadro del siglo XXI con mentalidad de empresario

Yuri
 25/2/21 14:22

Realmente es un estudio muy positivo que los directivos empresariales deberían revisar para aprovechar mejor sus ventajas, a los trabajadores hay que medirles el resultado de su trabajo y su eficiencia, su disposición y sacrificio, elogiar sus aportes y no seguir una práctica de persecución y vigilancia innecesaria por parte de la administración. Por tanto considero que si esta modalidad se aplica no debe ser necesario un control de firmas, ni asistencia en el momento que el trabajador acude al centro por el motivo de necesidad que sea y mucho menos que pueda ser empleado para justificar el salario.

Missi
 27/11/20 12:49

Excelente trabajo, ojalá lo socialicen y lo presenten en las reuniones con los jefes que sin quienes mas muestran resistencia a estas modalidades. Saludos

Mari
 27/11/20 9:06

Muy buen trabajo Liz. A mi apreciación aún existen criterios y estereotipos con el teletrabajo sobre todo por parte de los directivos de los centros y organismos. Con el problema de la Covid se ha demostrado que no es necesaria la presencia física del trabajador en los centros para obtener resultados. En nuestro país esta modalidad era poco común pero indudablemente se han demostrado los beneficios.  Aun debemos seguir hablando del tema y no dejar que pase al olvido a pesar de que estamos en mejores condiciones con la Covid 19.

Elena
 26/11/20 15:22

No había visto nada parecido en nuestra prensa. Buena cantidad de información actualizada. 

RAC
 26/11/20 14:36

Pienso que sería muy bueno que el tele trabajo y el trabajo a distancia es una opción que para todas las partes es "ganar-ganar" aún cuando se fuera imprescindible crear la estructura necesaria para que muchos de los empleos puedan hacerse desde estas modalidades de trabajo, opino que el freno más grande está en la mentalidad de muchos jefes que solo se sienten cómodos si se encuentran rodeados de sus subordinados, sus mentes no están (ni lo estarán en la mayoría de los casos) lista para ver un paso adelante, incluso darse cuenta que esto en la actualidad fue una necesidad que nos impuso la epidemia pero es el futuro y no solo en Cuba nos hemos dado cuenta ya muchos países  lo aplican con vivión de futuro, ojalá los jefes entiendad las posibilidades que nos abre estas formas de trabajo. un magnifico trabajo, felicidades.

esther
 26/11/20 13:42

Liz, particularmente me resulta muy interesante el tema que abordas. Se nota una labor profesional de ese equipo de Cubahora que ha logrado que las opinines aquí reflejadas sean el resultado de entrevistas exlusivas para esa revista de prestigiosos profesioanales, como es el caso de la directora de empleo y salario del MTSS, Ingrid Travieso, la Dra. en Ciencias Psicológicas, Arianne Medina Macías, la coordinadora del grupo de estudios sociales del trabajo, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS Mirlena Rojas, además de realizar encuestas basado en sus resultados hacer esos gráficos. En verdad es un trabajo muy bueno, con un título que lo dice todo y que pienso que sí, que hay mucho camino por andar y muchos retos que vencer en esta modalidad de trabajo en nuestro país.  

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