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sábado, 23 de noviembre de 2024

Obsesión geopolítica

Ningún país, excepto potencias como la Unión Soviética o Alemania ha merecido tanta atención, durante tanto tiempo por parte de Estados Unidos como Cuba...

Jorge Gómez Barata
en Exclusivo 31/01/2015
2 comentarios

Ningún país, excepto potencias como la Unión Soviética o Alemania ha merecido tanta atención, durante tanto tiempo por parte de Estados Unidos como Cuba. Uno de sus presidentes creyó que por gravedad la Isla caería en su órbita. Theodore Roosevelt que combatió en ella fue el 26° presidente norteamericano y William Taft que en 1906 fue interventor en la naciente república resultó el 27°.

Cuatro gobernantes norteamericanos (John Quincy Adams, James Polk, James Buchanan y Ulises Grant) trataron de comprar la llamada “Perla de las Antillas”. William McKinley declaró por ella la guerra a España y la ocupó. Theodore Roosevelt, evacuó a los ocupantes y le impuso la Enmienda Platt y en 1906 ordenó una nueva intervención.

Otro Roosevelt, Franklin Delano derogó la Enmienda aunque, en franca actitud intervencionista, en 1934 envió a un mediador para encarrilar los procesos políticos internos. Harry Truman, miró para otro lado cuando, en 1952, Batista se hizo del poder mediante un golpe de estado y Dwight Eisenhower inauguró la era de hostilidad frente a Fidel Castro.

En los 55 años transcurrido desde 1959, once presidentes (Eisenhower, Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Carter, Reagan, Bush, Clinton, Bush y Obama) que han conducido 16 administraciones han dedicado a Cuba una atención desproporcionada con el tamaño, potencial económico y capacidad militar de la Isla.

Tal vez por constituir una generación de políticos que vivieron la experiencia de la II Guerra Mundial, iniciaron la Guerra Fría y lidiaron la Guerra de Corea, todos encabezados por Dwight Eisenhower, el más prestigioso de los militares norteamericanos, eligieron la violencia, la conspiración y la fuerza militar para confrontar a la Revolución Cubana.

En esa artesa política donde imperaba el culto a las soluciones militares y profundamente anticomunista, se amasaron las políticas que dieron lugar al bloqueo, a las prácticas terrorista y a la agresión militar como la de bahía de Cochinos. Ese legado permaneció prácticamente intacto hasta Barack Obama.

No obstante, hubo excepciones que por razones conocidas no pudieron desplegarse. John F. Kennedy, el más joven entre los presidentes electos, el único católico y cuyo perfil ideológico estaba más próximo a las opciones diplomáticas que las militares, aunque dio luz verde a la invasión de bahía de Cochinos, en el momento de su muerte había iniciado una aproximación con Cuba que pudo haber conducido a algún tipo de avenencia.

Tuvieron que pasar otros 14 años hasta 1977 cuando con James Carter, entró en la Casa Blanca otro presidente que evidenció ciertas actitudes positivas hacía Cuba, llegando a negociar la apertura de las sesiones de intereses en La Habana y Washington.

 Aunque hubo matices, para todos los presidentes norteamericanos en los últimos 55 años, el tema de Cuba, sobre todo en términos electorales, ha funcionado como un asunto doméstico, en gran medida determinado, por el desmesurado peso de la emigración cubana que durante décadas estuvo sometida al dictado político del anticastrismo.

El fin de la Unión Soviética, los cambios políticos operados en América Latina, el reconocimiento del fracaso de las políticas norteamericanas, el inicio de reformas en la Isla, unido a la presencia en la Casa Blanca de un presidente cuya posición ante la isla marca la diferencia, han hecho posible el inicio de un proceso de normalización que comienza por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y significa el principio del fin del boqueo.

Entre los legados de Barack Obama estará haber liberado a sus sucesores de la fijación respecto a Cuba, cuyo pueblo se alegra de dejar de ser una plaza sitiada y una obsesión para los gobiernos de Estados Unidos. Allá nos vemos.


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Jorge Gómez Barata

Profesor, investigador y periodista cubano, autor de numerosos estudios sobre EEUU. y especializado en temas de política internacional.

Se han publicado 2 comentarios


CUBANO
 2/3/15 17:18

CONSIDERO QUE SI LA ACTITUD DEL GOBIERNO ACTUAL DE LOS EE.UU CONTINÚA CON UN RUMBO FAVORABLE A LA DISTENSIÓN CON RESPECTO A CUBA Y SE ABREN ESPACIOS ECONÓMICOS EN LOS DOS AÑOS QUE LE RESTAN QUE PERMITAN LA INVERSIÓN DE CAPITAL NORTEAMERICANO EN CUBA ES MUY DIFÍCIL QUE LOS GOBIERNOS QUE LE SIGAN PUEDAN APLICAR POLÍTICAS TAN AGRESIVAS COMO LAS QUE AUN SE MANTIENEN VIGENTES, ESTAS, LAS VIGENTES, SON LA RESPUESTA QUE LOS EE. UU PENSARON QUE IBAN A DAR LOS RESULTADOS FAVORABLES A SUS INTERESES POLÍTICOS EN LA REGIÓN ANTE LA RADICALIZACIÓN DEL PROCESO REVOLUCIONARIO CUBANO Y QUE ENTRE SUS MEDIDAS REVOLUCIONARIAS ESTUVO LA NACIONALIZACIÓN DE LAS EMPRESA E INTERESES DE LOS EE.UU EN CUBA, AHORA SE ESTÁ CONVOCANDO AL DIÁLOGO Y A LA RESTAURACIÓN DE LAS RELACIONES ENTRE LOS DOS PAÍSES Y YA AQUÍ FUERON EFECTÚADAS LAS TRANSFORMACIONES POLÍTICAS QUE HAN CONSOLIDADO NUESTRO SISTEMA SOCIAL Y ESTÁN APROBADAS POR EL CONGRESO DEL PCC LAS LÍNEAS PARA EL FUTURO DE NUESTRO PROYECTO. POR ELLO LAS AFECTACIONES DE CUALQUIER POLÍTICA ANTICUBANA QUE PUEDAN APLICAR VA A AFECTAR A LOS INTERESES DE LOS INVERSORES NORTE AMERICANOS ACTUALES

nofretete
 31/1/15 12:59

"Significa el fin del bloqueo"

Establecer relaciones diplomática no significa que se renuncie al bloqueo económico ni político.

Lo que se ha abierto una puerta por donde pueden negociar directamente.

Todo está por ver.

Raúl demandó la devolución del territorio de Guantánamo, ocupado por la base naval, y no hubo consenso alguno por parte de Obama.

Creo pronosticar cosas que no se sabe si se van a cumplir ni cuando se vayan a cumplir le ha quitado mucho valor al texto que era muy informativo.

 

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