//

jueves, 28 de noviembre de 2024

El ejemplo de los padres ante la obesidad infantil

La obesidad infantil se mantiene en aumento debido en gran parte a los inadecuados estilos de vida mantenidos en los hogares de estos menores...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 17/08/2015
0 comentarios

La obesidad infantil se mantiene en aumento debido en gran parte a los inadecuados estilos de vida mantenidos en los hogares de estos menores. Los padres deben constituirse en ejemplos para sus hijos en todo. También incluye mantenerlos en un peso adecuado para su edad.

Como en todas las demás conductas de sana educación en el hogar, tanto la madre como el padre, e incluso los demás familiares cercanos, deben servir de modelo con respecto a los hábitos y conductas de una alimentación saludable y la práctica de la necesaria actividad física.  Así ayudan con su ejemplo a mantener un peso normal en sus hijos.

ES IMPRESCINDIBLE EL EJEMPLO DE LOS PADRES

Los padres solícitos y cariñosos, empeñados en ofrecerles a sus hijos la mejor formación, pueden contribuir a combatir la obesidad infantil al seguir una alimentación bien equilibrada para toda la familia, practicar ejercicios de manera regular y limitar las actividades sedentarias, tanto en ellos como en su descendencia.

Nunca es demasiado tarde para hacer cambios en una familia y contribuir a mantener o conseguir un peso saludable en el niño.

En el hogar se pueden mejorar las costumbres en la alimentación de varias maneras. Es importante una alimentación saludable y la práctica de actividades físicas adecuadas a la etapa del desarrollo del niño y a las características de cada familia o país.

BUSCAR AYUDA

Los padres no están solos ante esta responsabilidad pues los pediatras pueden ayudar a encontrar modos de incorporar un estilo de vida más saludable en el seno familiar.

Los progenitores deben adoptar los mismos cambios del niño en sus estilos de vida y los pediatras pueden actuar como fuerza motivadora para su implementación. Además, la ayuda médica incluye educar a las familias, ofrecerles respaldo y ayudarles a seguir por el buen camino.

LAS COMIDAS NO SALUDABLES

Se deben disminuir de manera ostensible en la casa la cantidad de azúcares o alimentos azucarados ricos en calorías. Así los niños no tendrán la tentación de consumirlos.

Cuando se compren o se hagan en la casa los dulces para un cumpleaños o una fiesta infantil, estos comestibles deben hacerse presentes justo antes del evento y deshacerse lo antes posible de los sobrantes.

Los alimentos ricos en calorías deben guardarse en recipientes no transparentes en la parte de atrás del refrigerador, a fin de hacerlos poco visibles y de esta manera será menos probable su consumo por los menores.

LAS COMIDAS SALUDABLES

Los alimentos saludables deben ser muy asequibles. Las frutas, las verduras y meriendas bajas en calorías deben mantenerse en la mesa de la cocina o en la parte delantera del refrigerador. Dado su fácil acceso optarán por ellos todos los miembros de la familia, niños incluidos. Se deben aprovechar los momentos adecuados para enseñarlos y animarlos a consumir cinco o más raciones de frutas y verduras cada día, según circunstancias y posibilidades.

EN MOVIMIENTO

Se debe reducir el tiempo dedicado a ver televisión o jugar en la computadora. Incluso, en algunos hogares se puede pensar en disminuir el número de televisores y quedarse con uno solo.

Es aconsejable estimular las actividades del grupo familiar en conjunto. Entre todos pueden pasarlo bien mientras realizan por lo menos una hora de actividad física diaria, por ejemplo, diferentes juegos de acción.

Cuando se quiere y hay una buena planificación, el tiempo aparece para fomentar hábitos saludables.

A LA CAMA

En los niños se debe fomentar el buen sueño. Por lo menos nueve horas diarias. Quienes duermen menos de lo necesario son más propensos a tener sobrepeso o ser obesos.

Estableciendo una buena rutina para acostarse se garantiza el sueño necesario para la salud de los niños y para su bienestar.

UN FINAL FELIZ

Una buena educación en el hogar, de manera integradora, incluye también enseñar con el ejemplo los más saludables estilos de vida.

Garantiza la felicidad de ver crecer hijos saludables, de peso normal y poseedores de los mejores hábitos en cuanto a su alimentación y a sus actividades físicas.


Compartir

Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.


Deja tu comentario

Condición de protección de datos