Un cocinero fuera de su cocina

Sacar a un cocinero de su ambiente cotidiano de trabajo y trasladarlo a una redacción periodística puede ser un proceso complejo, pero Cubahora no quiso dejar escapar la oportunidad de presentar nuestro espacio semanal Cocina de Cuba a Rafael Enrique Pacheco Escobar, un joven cocinero de apenas 20 años de edad, que se confiesa un gran fanático de la cocina cubana.

Probablemente pocos lo conocen— como muchos jóvenes talentos de la culinaria que andan hoy escondidos por cada rincón de Cuba— pero Rafael es de esos muchachos que cada día se levanta inventándose un nuevo sueño cargado de aderezo y condimentos.

 Es el cocinero que obtuvo el primer lugar provincial por La Habana este año en el Concurso Cocinero Joven del año y poco le queda para tener ante sí el reto de enfrentarse a otros muchos jóvenes cocineros cubanos de la región occidental. El próximo 18 de abril, en las distintas regiones del país (Occidente, Centro y Oriente), tendrá lugar la tercera fase de este concurso que convoca a jóvenes entre 19 y 22 años a probar sus habilidades y creatividad en la confección de diversos platos.

La competencia consiste en un sistema de cajas negras de las que cada competidor selecciona a ciegas una propuesta de plato que preparará en 45 minutos, tiempo justo en el que deberá demostrar rapidez, destreza y además belleza en su decoración.

Según cuenta Rafael, desde el mes de septiembre del año anterior los concursantes cuentan con un chef de vastos conocimientos que los entrena desde los eventos municipales hasta el final, cuestión que influye notablemente en los resultados de la competencia.

Pero ¿quién es este joven? ¿De dónde viene su interés por el mundo de la culinaria?

La pasión de Rafael Enrique por la cocina comenzó una vez terminó sus estudios en el preuniversitario. Cuenta su propia hermana que quien de niño era “un poco regado y sin grandes motivaciones por el estudio”, de pronto comenzó a devorar libros de cocina y a dedicar cada espacio de su tiempo a estudiar. Hoy es cocinero de un restaurante ubicado en el Barrio Chino llamado Los tres chinitos,  pero me asegura que ama vivir soñando y trazándose metas. “En la cocina se vive mucho el estrés, hay que buscar formas de motivarse, por eso me he refugiado en espacios como estos concursos”.

Para él, la cocina es un arte que le llega desde muy cerca. “En mi casa todos son buenos cocineros, mi mamá, mi hermana son mis primeras maestras, y tengo dos primos que son chef. Lo veo como una profesión, no es solo preparar arroz blanco y frijoles negros, el cocinero tiene que saber de zoología, morfología de los animales nutrición, química física, es un oficio complejo”.

—¿Qué área de la cocina prefieres?

—Lo más importante para mí es el área caliente, lo más difícil son las salsas, es fundamentalmente donde se muestra la firma del cocinero.

—¿Cuál es tu firma?

—La cubanía. La tradición es lo que marca el sabor

—¿Tu meta en la vida?

—El objetivo mío es llegar a ser chef, un camino al que se llega solo con mucho sacrificio y estrés. Me gusta cocinar todos los días, porque creo que la práctica hace al maestro.

—¿Qué dirías a quien te dice que el área de la cocina de una casa es solo para las mujeres?

— A los que dicen que la cocina del hombre es arte y la de mujer es trabajo  les diría que eso es falso, es una frase machista, vieja… las mujeres y los hombres hoy tienen el mismo derecho.

Cubahora le desea todo el éxito del mundo en su próxima presentación en el Concurso Cocinero Joven del año e invita a todos nuestros lectores a comentar sus opiniones sobre la Cocina joven en Cuba y el mundo ¿qué pueden aportarle los más jóvenes a la tradición de la cocina?

 Rafael Enrique Pacheco Escobar, un joven cocinero de apenas 20 años de edad.